Esta prueba de Liga Nacional se me vino encima muy pronto teniendo en cuenta que la última carrera del POM 2009 la corrí el martes anterior y que el miércoles me lo pasé también en el bosque, si bien más tranquilo. El caso es que casi sin tiempo después de trabajar preparé la bolsa y ¡Hala! P´a Zevilla, o mejor dicho para Almadén de la Plata.
Ya me acordaba yo de una CEO en Almadén que fue la leche, con un monte lleno de terrazas y que el juez controlador ( un tal José Samper, ¿os suena? ) decidió marcar en el plano con una extraña trama de líneas finas y marrones. Por aquel entonces Roger Casal corría en H21 con que ya ha llovido. En aquella ocasión nos alojamos en tiendas de campaña que se colocaron en un campo de fútbol de tierra…¡Qué tiempos aquellos! Con una esterilla y un saco no te importaba si el suelo era muy duro, total … te pasabas todas las noches que podías de marcha. En aquella ocasión recuerdo que era semana santa y que el último día nos fuimos a Sevilla. Jo , ¡qué noche! El Nico metiéndose en locales de gays, el Tomás tirado en la mesa de un bar, etc…
En fin, ya paro de contar historias del abuelo cebolleta. Ciñéndome a esta carrera pues nada, el sábado la carrera fue rápida y bastante fácil, campo abonado para “galgos” y sin embargo, el domingo la cosa cambió, ya que el terreno era bastante técnico ya que estaba lleno de rocas graníticas y había amplias zonas cubiertas de matorrales; jaras y brezo en su mayoría.
Yo el sábado salía casi al mediodía, sin muchas ganas y como físicamente no voy ni para atrás cuando sólo llevaba un par de kilómetros o así, ya me fallaban las fuerzas, además me traje un tendón tocado de Portugal, con lo cual cuando me falló el efecto de mis pociones mágicas, ya me dolía todo. Visto lo visto, me dije: Venga muyayo, haz lo que puedas y no falles ni una… pues ¡Toma! Voy y fallo un control que ya estaba hecho y pierdo más de 5 minutos. Total que llegué a meta arrastrándome, deseando acabar y al final hice un “Salamanca” o “Smithers” ( Ser último en la categoría con tiempo ). Buena parte del resto del sábado me lo pasé tirado en la litera, y es que cuando el tiempo está de cambio y lluvioso me pongo dormilón. Por la noche nos fuimos a cenar donde el “Antonino” que nos puso un montón de cosas cojonudas.
¡¡¡AAAAAAAYYYY OMÁ, QUÉ RICO EL GUARRINO!!!
El domingo lo comenzamos también en el mismo bar desayunando unas “tostás” enormes y luego a correr. Otra vez sin muchas ganas y con el cielo amenazando lluvia me puse en marcha con la premisa en mi puta cabeza de “NO FALLAR” ya que está claro que yo no puedo enmendar los errores corriendo después. Pues bien, en la 2ª baliza CATACROC, y lo mismo en otro par de balizas más tarde. Eso sí, aparte los matorrales, el terreno y el trazado eran para gozar, ¿verdad Chuchi?, pa´gozar como un perro. Yo, como un calamar, y con dos pares de zapatillas con clavos en casa iba con más miedo que las viejas por las piedras mojadas porque sólo me llevé las de tacos, total que menos mal que los hay más tarugos que yo y el domingo ya no quedé el último.
La conclusión es que esta categoría ya me viene grande, que hay mucha gente empujando por detrás y que a ver si cumplo los 40 para pasarme a H-40, aunque si no entreno me va a dar lo mismo. Mi deseo era recuperar la ilusión y las ganas con las que iba a las carreras hace años, cuando podías estar en la pomada, pero este invierno está siendo especialmente cabrón y la falta de hábito de entrenamiento no me lo pone fácil.
Bueno, tal vez sólo sean excusas que yo mismo me quiero creer. Os pongo el plano del sábado porque el domingo nos marchamos pronto y no lo recogimos. Próxima entrega: Liga Norte del COV en La Parrilla:
Ya me acordaba yo de una CEO en Almadén que fue la leche, con un monte lleno de terrazas y que el juez controlador ( un tal José Samper, ¿os suena? ) decidió marcar en el plano con una extraña trama de líneas finas y marrones. Por aquel entonces Roger Casal corría en H21 con que ya ha llovido. En aquella ocasión nos alojamos en tiendas de campaña que se colocaron en un campo de fútbol de tierra…¡Qué tiempos aquellos! Con una esterilla y un saco no te importaba si el suelo era muy duro, total … te pasabas todas las noches que podías de marcha. En aquella ocasión recuerdo que era semana santa y que el último día nos fuimos a Sevilla. Jo , ¡qué noche! El Nico metiéndose en locales de gays, el Tomás tirado en la mesa de un bar, etc…
En fin, ya paro de contar historias del abuelo cebolleta. Ciñéndome a esta carrera pues nada, el sábado la carrera fue rápida y bastante fácil, campo abonado para “galgos” y sin embargo, el domingo la cosa cambió, ya que el terreno era bastante técnico ya que estaba lleno de rocas graníticas y había amplias zonas cubiertas de matorrales; jaras y brezo en su mayoría.
Yo el sábado salía casi al mediodía, sin muchas ganas y como físicamente no voy ni para atrás cuando sólo llevaba un par de kilómetros o así, ya me fallaban las fuerzas, además me traje un tendón tocado de Portugal, con lo cual cuando me falló el efecto de mis pociones mágicas, ya me dolía todo. Visto lo visto, me dije: Venga muyayo, haz lo que puedas y no falles ni una… pues ¡Toma! Voy y fallo un control que ya estaba hecho y pierdo más de 5 minutos. Total que llegué a meta arrastrándome, deseando acabar y al final hice un “Salamanca” o “Smithers” ( Ser último en la categoría con tiempo ). Buena parte del resto del sábado me lo pasé tirado en la litera, y es que cuando el tiempo está de cambio y lluvioso me pongo dormilón. Por la noche nos fuimos a cenar donde el “Antonino” que nos puso un montón de cosas cojonudas.
¡¡¡AAAAAAAYYYY OMÁ, QUÉ RICO EL GUARRINO!!!
El domingo lo comenzamos también en el mismo bar desayunando unas “tostás” enormes y luego a correr. Otra vez sin muchas ganas y con el cielo amenazando lluvia me puse en marcha con la premisa en mi puta cabeza de “NO FALLAR” ya que está claro que yo no puedo enmendar los errores corriendo después. Pues bien, en la 2ª baliza CATACROC, y lo mismo en otro par de balizas más tarde. Eso sí, aparte los matorrales, el terreno y el trazado eran para gozar, ¿verdad Chuchi?, pa´gozar como un perro. Yo, como un calamar, y con dos pares de zapatillas con clavos en casa iba con más miedo que las viejas por las piedras mojadas porque sólo me llevé las de tacos, total que menos mal que los hay más tarugos que yo y el domingo ya no quedé el último.
La conclusión es que esta categoría ya me viene grande, que hay mucha gente empujando por detrás y que a ver si cumplo los 40 para pasarme a H-40, aunque si no entreno me va a dar lo mismo. Mi deseo era recuperar la ilusión y las ganas con las que iba a las carreras hace años, cuando podías estar en la pomada, pero este invierno está siendo especialmente cabrón y la falta de hábito de entrenamiento no me lo pone fácil.
Bueno, tal vez sólo sean excusas que yo mismo me quiero creer. Os pongo el plano del sábado porque el domingo nos marchamos pronto y no lo recogimos. Próxima entrega: Liga Norte del COV en La Parrilla:
Carrera de Almadén de la Plata:
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