domingo, 18 de septiembre de 2011

LONDRES 2011

  No, no me he equivocado. La olimpiada del 2012 ya llegará pero este verano se celebraba la 4ª edición de la carrera urbana de Londres organizada por el South London Orienteers. ¿ Cómo rechazar la propuesta de una carrera urbana por Londres ? Ahí estaba la oportunidad y el reto…y me subí al carro, por supuesto. Pero no sólo yo, el carro estaba petado de españoles que también se animaron a viajar a Londres. Nos juntamos un montón de corredores/as de la Liga Norte y de otras partes de España, una auténtica invasión.

  Yo llegué como parte de un grupo de orientadores pucelanos el viernes 9 de septiembre por la tarde y, tras acoplarme en un hostel muy cercano a Piccadilly Circus, donde nos alojábamos un nutrido conjunto de orientadores castellanos, nos reunimos una buena panda liderada por una “Cicerone” de lujo. Un malentendido hizo que nos juntáramos ya un poco tarde así que cenamos en un Mc Donnald´s y luego nos fuimos a tomar unas pintas. Los pubs ya cerraban pero la noche de Londres no descansa y, por iniciativa de nuestra guía y su pareja, algunos valientes nos montamos en taxis para ir al club MINISTRY OF SOUND, un mito para los amantes de la música electrónica y house. Como nuestros anfitriones trabajaron allí hasta hace muy poco tiempo, consiguieron que pudiéramos acceder sin pagar, pero no sólo eso, también nos consiguieron unas pulseras de VIP´s para llegar todos los rincones del club así como unas consumiciones gratuitas. La experiencia MINISTRY es única, varias salas con diferentes músicas, gente por aquí y por allá, en fin, algo digno de ver y vivir. Nos retiramos no demasiado tarde ya que a la mañana siguiente se disputaba la gran carrera.

  El tiempo nos respeta, ha llovido por la noche aunque no demasiado. Salimos del albergue y nos vamos a tomar un desayuno típico inglés compuesto por huevos fritos, panceta, alubias, pan tostado y bebida al gusto. A mi me pareció un poco escaso y ramplón pero bueno…Más tarde cogimos el metro y tras salir a la superficie cerca de St. Paul nos dirigimos a la zona de carrera, cercano a la iglesia de St. Gilles, en pleno Barbican. La zona que rodea el centro de carrera, cuya sede era un colegio de chicas, se trata de una mezcla de arquitectura antigua y moderna donde se pueden encontrar restos de la vieja muralla romana de Londres junto a edificios actuales cuajados de sotechados, escaleras, estanques de agua con fuentes, rampas, jardincillos, etc.

  Ya vemos a más corredores españoles, recogemos los dorsales, comprobamos nuestra hora de salida una vez más, consultamos algunos ejemplos de planos expuestos al público y nos vamos a cambiar. La organización ha habilitado un salón de actos como espacio para cambiarse y dejar bolsas, descargar las pinzas, etc. También hay servicios y vestuarios. Nosotros salimos bastante tarde, a partir del mediodía, y poco a poco nos vamos hacia la salida. La carrera básicamente consistía en unos pocos controles al principio y final de la carrera por la zona más técnica y el resto consistía en navegar entre calles y callejones y algunas zonas ajardinadas. Nuestro recorrido era el más largo, de unos 9 km. sobre el papel, pero de unos 13 en la realidad. A mi y a otros corredores la carrera se nos hizo muy larga, ya que, aparte de la distancia, hay que tener en cuenta que todo el terreno era asfalto o pavimento. Esto provocó que acabáramos con las piernas muy cargadas y con algunos grupos musculares francamente perjudicados, de tal modo que el ponerse en cuclillas o el bajar escaleras se antojaban movimientos destinados a la tortura.

  Muchos de nosotros cometimos errores técnicos, sobre todo en la parte que circundaba la zona de salida-meta, la cual, además se había trabajado con más detalle ya que se iba a imprimir con otra escala para los recorridos de los más pequeños. El reconocer rampas, escaleras y qué distintas alturas comunicaban entre sí era muy difícil. A veces había escaleras que llevaban a ninguna parte, calles subterráneas, escaleras cubiertas que unían varios niveles, etc, etc… A mi me duró la energía unos 20-25 minutos, así que hasta los casi 100 que me tiré corriendo no hice más que sufrir como un perro. Alrededor del control 20 incluso me detuve y me permití el lujo de hacer algunos ejercicios de estiramientos y caminar tranquilamente, aunque sólo para seguir corriendo al poco tiempo. En fin, una bonita experiencia a la que no fui ni mucho menos preparado, de hecho era la primera vez que corría a pie desde que me lesioné en Lituania a finales de junio pasado. Desde ese punto de vista acabé satisfecho ya que no me resentí de mi lesión y parece que el tobillo afectado continua con su lenta recuperación. El resultado final, en la clasificación o en nuestra porra particular, no era lo más importante.

                         London recorrido Regent´s Park064

  Tras cambiarnos nos dirigimos a algún lugar en el que reponer fuerzas. Rápidamente dimos con un pub muy chulo en el que servían típicos platos británicos y en el que nos pusimos como el “tenazas”. Ya con un tema importante menos del que preocuparnos a algunos les dio por pasear junto al río Támesis, en cuyas orillas encontraron mucho ambiente de fiesta; otros, sin embargo, preferimos ir derechos al albergue para echar una cabezadita y descansar. La tarde fue transcurriendo y llegó la hora de cambiarse para salir a cenar. Nuestra guía y anfitriona nos emplazó en Curry Town, una calle llena de locales y restaurantes regentados por gentes de India, Pakistan, Bangladesh, etc… Una vez nos reunimos, rápidamente nos abordaban tipos que querían que entráramos en su restaurante. Hicimos caso a uno que se puso bastante pesado y hacía una buena oferta. Finalmente la experiencia “india” a mi no me gustó nada: El precio final no fue el acordado, la comida picaba que jodía, nos pusieron en un estrecho pasillo junto a los servicios, tardaron mucho en servirnos…en fin, que no me gustó nada, todo sea por el grupo. Después tomamos algo en un callejón lleno de bares petados de gente, estuvo bien. Ya de retirada, para llegar a Piccadilly, alquilamos unas bicicletas y montamos un nutrido pelotón que alegró las calles del centro de Londres a nuestro paso. ¡ Esta si fue una experiencia curiosa y disfrutona !

  El domingo 11 por la mañana nos fuimos a Regent´s Park para disputar tres series de sprints en un trocito de dicho parque. Como se puede ver también había unos laberintos elaborados con cintas. Los mejores tiempos sumados de las tres series disputarían la gran final. Suponemos que ninguno de nosotros entró en dicha final así que nos marchamos a cambiarnos para, más tarde, visitar la zona de Camden, famosa por sus puestos y mercadillos de fin de semana. Lo cierto es que a mi no me hizo mucha gracia lo de ir a correr unos sprints el domingo por la mañana, pero al final me animé y aunque me dolían bastante las piernas y corría como un viejecillo me divertí bastante con el formato micro-sprint y con el pique que había entre nosotros.

  El lunes 12 se dedicó exclusivamente al turismo visitando el complejo de la Torre de Londres, el Tower Bridge, el British Museum, el Museo de Ciencias Naturales, los almacenes Harrod´s, etc… enclaves todos ellos vistos mil veces en revistas y la televisión pero que impresionan más al natural. Por ejemplo si alguien quiere ver cómo es el Museo de Ciencias Naturales y el club Ministry of Sound (aunque ha cambiado la decoración) basta con que vea el vídeo de la canción “Hey boy, hey girl” de los Chemical Brothers.

  En resumen una estancia intensa y bien aprovechada que repetiría sin dudar el año que viene, para ver otras cosas o volver a ver algunas pero con más tranquilidad. Las carreras también merecen la pena, son toda una experiencia, aunque la orientación urbana no sea mi preferida.

www.cityrace.org

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