El 25º aniversario del Club de Orientación Valladolid está dando mucho de sí, reservando como plato fuerte para finales de año la organización de una prueba mixta (parcialmente en terreno forestal y parcialmente en terreno urbano) en la localidad de Íscar, valedera para el ranking de la Liga de Castilla y León. Dicha competición se disputó el domingo 18 de noviembre y yo formé parte del equipo que lo hizo posible, aunque no fui el único no socio del COV implicado en dichas labores ya que echamos una mano socios del Tjalve, Corzo, Navalcán…
En un principio a mi me hubiera gustado correr en vez de organizar pero una lesión en un ligamento del tobillo derecho hizo recomendable que no participara, y menos en terreno urbano. El viernes anterior a la pasada Liga Norte disputada en Burgos con un formato muy parecido a esta carrera salí a correr por el bosque cercano al domicilio de mis padres en el municipio burgalés de Quemada; hice unos cuarenta minutos de carrera continua sin mayor novedad pero, al terminar, viendo que hacía buena temperatura y aun faltaba tiempo para que se hiciera de noche, decidí hacer unos ejercicios de técnica de carrera y multisaltos. Al poco de comenzar e impulsándome con la pierna derecha noté un fuerte pinchazo junto a la inserción del tendón de Aquiles en el calcáneo. Inmediatamente cesé el entrenamiento y me fui para colocar hielo en la zona y poner el pie en alto.
Lo lógico hubiera sido no haber participado en la carrera de Burgos, pero no fue así sino que, ya apuntado y habiendo quedado con mis compañeros de club para viajar a la capital burgalesa, decidí asistir a la misma. ¡¡¡ ERROR !!! Empeoré la dolencia y el domingo por la tarde cojeaba ostensiblemente. Tras tal cabezonería decidí ponerme en manos de una fisioterapeuta que me recomendó cesar toda actividad deportiva por un plazo de dos semanas para empezar con un ejercicio suave para las articulaciones como es el ciclismo al aire libre o en interior a partir de la tercera semana. Ya pasado un mes podría comenzar a correr de nuevo.
El calendario me favorecía parcialmente ya que el primer fin de semana asistiría a la concentración de Salamanca como monitor, el segundo organizaba Liga Norte mi club, el tercero venía la carrera de Íscar en la que podría organizar en vez de competir y en el cuarto me hubiera gustado participar en el rogaining organizado por el club COBi, pero he preferido no forzar. Después de haber hecho el tonto corriendo la prueba de Burgos tocaba arrojar un poco de lucidez al asunto y relajarme para una total recuperación.
Sumarse a la iniciativa y reto de una competición como la de Íscar ha sido todo un placer y una gozada ya que la gente del COV ha echado el resto y ha contado con el apoyo total del consistorio, sobre todo en la persona de la concejala de deportes. Disponer de una instalación como la plaza de toros cubierta aparte de otros extras ha supuesto un “plus” que ha hecho de la prueba algo más vistoso si cabe. Los recorridos comenzaban junto al castillo de la localidad, erigido en el borde el páramo; alrededor de la torre principal se dispusieron varios controles. Después la carrera discurría por la boscosa ladera que une el llano con el casco urbano y más abajo los participantes ya se adentraban entre las calles de Íscar.
La población presenta un entramado de calles bastante irregular y muy interesante de cara a la orientación ya que obligaba a mantener un alto nivel de concentración, a leer con precisión y a ejecutar de forma precisa la trayectoria prevista entre controles. Las elecciones de ruta eran diversas entre balizas y ninguna aparecía como más evidente que otras de antemano. El plano elaborado por Viktor Dobretosov presenta, como es habitual, un muy alto nivel de detalle y un dibujo muy preciso a pesar de la inclusión de muchísimos elementos puntuales de origen humano. La imagen presenta parte del recorrido de la categoría H-E. Como puede verse la carrera no era precisamente un sprint.
Mis tareas como organizador consistieron en preparar controles con estaciones electrónicas, balizas, etc; colocarlos y activarlos la mañana del domingo con ayuda de colaboradores y más tarde vigilar la correcta entrada de los participantes hasta la meta. Los corredores/a de la categoría H-Élite y las corredoras de la categoría D-Senior pasaban en una parte de su recorrido por el interior de la plaza de toros cubriendo una sección de la misma junto a la barrera para después salir por otra puerta y continuar su carrera. Yo me encargaba de desviarlos por el lugar correcto…si podía y ellos/as se dejaban, lo cual no siempre sucedió. ¡¡¡Si me hubieran dejado una vara de avellano de las de ahuecar la lana de los colchones!!!
Finalmente la impresión generalizada es que la competición fue diferente, muy interesante y entretenida. Yo no fui consciente de que hubiera ninguna incidencia importante o contratiempos mayúsculos. Espero que los lesionados/as se recuperen pronto (una corredora del CDP-O, etc) y que pronto vuelvan a poder competir con normalidad. Yo, por mi parte, espero poder volver a hacerlo en breve, aunque de momento el calendario no parece traernos muchas carreras. La temporada toca a su fin y ya se acercan fechas navideñas así que, al margen de lo que nos pueda deparar el mes de diciembre, habrá que hacer balance de la temporada 2012 para plantearse objetivos razonables de cara al 2013 y luchar por conseguirlos.
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