miércoles, 5 de junio de 2013

…SE HACE CAMINO AL ANDAR…

  Tras la entrada “Crónica de un BROWNIE anunciado” en la que comenzaba con el proceso de “confesión” de mis errores más notables en la organización de competiciones de orientación a pie, viene esta segunda entrada en la que paso a narrar cómo es fácil equivocarse, aun con la mejor intención, si no se tiene la preparación adecuada, o incluso teniéndola, si entran en juego otros factores. Algunos de estos factores pueden ser: Evaluar equivocadamente los plazos de tiempo, no saber delegar, delegar en personas no preparadas, el no doblar o incluso triplicar la comprobación de controles, etc., el que un responsable se cargue de tareas (síndrome del hombre orquesta), organizar sin motivación, etc...

   De alguna manera no puedo evitar vincular mi trayectoria como aficionado a la cartografía con mi faceta de organizador, por lo cual, como errores destacan en primer lugar los cometidos con los planos, después vendrían los relacionados con los trazados y por último los que tienen que ver con otros aspectos de la competición.

   Tras la Liga Norte organizada en 1998 en Las Aleagas no se regresó a dicho plano sino a organizar carreras de carácter escolar. En 1999 se organizó una nueva edición de la Liga Norte en un plano nuevo elaborado por mi en un término conocido como “Las Pimpolladas”, situado en el término municipal de San Juan del Monte, a unos 4 kilómetros de mi domicilio. Este plano, a diferencia del de Las Aleagas, fue utilizado varias veces consecutivas en pruebas de Liga Norte, concretamente una en 1999, otra en el 2000 y una tercera posteriormente en la que el club CORZO cedió el uso de tal plano al club ORCA de Palencia.

   Así como no me he planteado muy seriamente la revisión del plano de Las Aleagas, si que lo he hecho con el de Las Pimpolladas, si bien no hay un proyecto concreto y cerrado para una cita competitiva. Por este motivo no veo impedimento para su reproducción en este blog, ya que, si se revisa, es muy probable que también se amplíe.

Pimpolladas

   La edición del plano que se ve en la imagen no es la primera que se hizo sino que ya tiene detalles corregidos respecto a la inicial en la que se podían percibir más fallos que en esta. Para empezar hay que decir que el nivel de detalle era excesivo incluso para la escala 1:10.000 y eso se nota en el uso y abuso del círculo verde (árbol aislado y/o característico), en el dibujo de elementos de roca de escasa entidad (cortados de poca altura), etc.. En un principio cometí el error, como en el plano de Las Aleagas, de pintar muchos claros con el amarillo al 100%, así como de bordearlos con la línea de puntos negros que define límites de vegetación poco precisos, pero que pueden ser balizables.

   La edición de surcos de erosión y barrancos es mejorable, así como la correcta definición de la penetrabilidad de las manchas de vegetación espesa. Respecto a las curvas de nivel hay que decir que se procedió a la interpolación de curvas y que en ese aspecto el trabajo fue bueno, pero no excelente. En esta ocasión tampoco se trabajó con ortofoto; lo mejor que pude conseguir fue un fotograma deformado por la lente y cuyo uso finalmente rechacé. A pesar de que el plano tiene unos dos kilómetros cuadrados, la falta de buen material base me hizo pensar que no podría acabarlo en un par de ocasiones, pero bueno, finalmente le eché webs y lo pude terminar.

   Si bien el resultado no era de una calidad muy buena, yo creo que en este caso ya me gané un aprobado, o incluso un bien siendo benévolo. Está claro que eran otros tiempos, pero la confianza depositada en mi por compañeros de club y participantes, así como mis ganas de aprender y dominar las técnicas cartográficas, me permitieron seguir mejorando. Recibí algunos comentarios acerca de este plano que me llegaron un poco de rebote y, casi en su totalidad, se referían a aspectos concretos del mismo, así que la conclusión general fue: “Si, no está mal, pero…”.

   Creo que en la primera prueba que se organizó en este plano me confundí al colocar un par de controles. Al llegar a la ubicación de uno de ellos me salieron tres corzos que iniciaron una carrera a través del pinar, se ve que eso me confundió y me equivoqué. Pero por encima de esta distracción el problema se hubiera evitado si: 1º) Se hubieran prebalizado los controles y 2º) Hubieran pasado al menos dos personas por cada control antes de la prueba. Hoy en día pasan incluso tres personas como procedimiento habitual, al menos cuando organiza mi club. Uno prebaliza, otro coloca el control y otro coloca la estación sportident. No siempre se respeta al 100% dicho proceso pero debería ser lo normal para evitar fallos.

   En la misma ocasión, el Jefe de Deportes del Ayto. de Aranda nos prometió delante del concejal el acudir a la prueba y aportar megafonía, mesas, cenadores, etc..., pero no apareció nadie, así que tuvimos que improvisar sobre la marcha porque no teníamos ni cronos, pero bueno, la cosa salió adelante como se pudo. ¡Algunos participantes dijeron sentirse satisfechos por haber disfrutado de la orientación como en sus inicios! Así pues, se puede comprobar cómo algunos errores nos los buscamos solitos, otros vienen sin querer, otros te los traen y otros tal vez no sean, ni siquiera, errores como tales.

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