jueves, 8 de agosto de 2013

OrientaRaid Costa de Llanes

   Los veranos pueden hacerse muy largos si te dejas agostar como la hierba. Si reduces la actividad argumentando mucho calor y te acostumbras a holgazanear, fiestuki, cañas, tapas,…, puedes acabar “mu malamente”. Hace tiempo las pruebas de orientación se detenían a nivel nacional a mediados de junio, y no retornaban hasta mediados de septiembre en el periodo estival. Tres meses en los que aparcar brújula, pinza, etc. ¿Qué alternativas quedaban? Más bici, más montaña, más piragua, etc… o salir a las numerosas pruebas organizadas en el continente pero fuera de la Europa Mediterránea.

   Hoy en día, el panorama va cambiando poco a poco, pruebas como las carreras nocturnas, rogaines, raids y otras se van haciendo un hueco en el calendario y aprovechan sin complejos los anteriormente “vacíos” meses de verano. Este tipo de pruebas, de larga distancia, no parecen ser adecuadas para un físico como el mío; sin embargo, mi mente arde en deseos de enfrentarse al reto de estar buscando controles y de desplazarse para ver paisajes únicos durante varias horas.

   Ya hay en mi currículum como orientador varios rogaines de seis horas y maratones-orientación, si bien he de decir que no los he enfocado como una competición pura y dura por lo que implica de lucha contra el crono sino más bien como una especie de senderismo algo más extremo, leyendo plano y pasando por controles que puedo elegir junto al resto del equipo. Sin embargo éste ha sido mi debut como raider y puedo decir con satisfacción que la experiencia ha sido sumamente enriquecedora. Algunos condicionantes importantes han sido el hecho de que toda la prueba se basaba en la orientación a pie y que el entorno marco de la competición ha sido la costa asturiana cercana a la localidad de Llanes.

Dorsal LLanes 001

   Mi compañero de aventura ha sido en esta ocasión Luismi García De Águeda, colega de club, de algunas organizaciones y fruto del trabajo de promoción a nivel escolar desarrollado por mi club y el Ayuntamiento de Aranda de Duero desde hace bastantes años. Es curioso, pero me resulta más fácil recordar detalles de una competición en la que no todo ha salido como se esperaba que aquellas en las que no hay nada que destacar porque todo ha ido muy bien. Ese es el caso de este orienta-raid. Al ser el primer raid en el que participo no tengo referencias para comparar con otros pero, a pesar de ello, la vivencia ha sido muy positiva y la recuerdo como un todo cargado de emociones. Los clubes NORDESTE y ASTUR EXTREM se han volcado para organizar una competición divertida en la que el entorno y sus paisajes eran, bajo mi punto de vista, el gran aliciente al margen del reto que supone cualquier prueba deportiva de este tipo.

   La competición se dividió en tres sectores diferentes pero con el nexo de unión común de la orientación a pie:

Primer sectorSECTOR 1º: La primera parte de la competición se disputó la mañana del sábado 26 de julio. La localidad de inicio y final fue Posada, al Oeste de LLanes. El cielo apareció gris y dejando caer una finísima lluvia. Luismi y yo llegamos a la plaza donde ya hay montada megafonía, un cenador, etc., aparcamos, nos cambiamos y pasamos a unirnos a otros/as participantes antes de acudir al control de firmas y atender a las explicaciones previas a la prueba. La salida masiva llama la atención de los vecinos del pueblo que nos miran con la sorpresa propia de quien ve a alguien haciendo una locura. El plano usado para este sector no es un plano de orientación habitual, es un plano “tradicional” con algunas adaptaciones y en escala 1:15.000. Iniciamos la prueba picando la primera baliza junto a la estación del F.E.V.E., luego queremos ir hacia Posada Vieja, pero nos liamos con el plano y terminamos marchando hacia la ermita de San Joaquín. Nos encaminamos hacia el Molino Freiras y el río Cabras. Pasamos bajo el viaducto de la autovía y visitamos el monasterio de San Antolín de Bedón. (En la foto, la portada románica del mismo. Foto: Bene Santos).

ermita Llanes

   Subimos hacia el Llano de Niembro para luego hacer una bajada entre helechos hacia el cabo que separa las playas de Pistaña y Torimbia. Subimos hacia el aparcamiento de Cerro Castiello donde hacemos la primera prueba. Ésta consiste en estimar la distancia que hay desde nos encontramos hasta varios puntos del entorno. ¡¡¡NO ACERTAMOS NI UNA!!! Había que acertar con un error de un más-menos 10%, qué vergüenza para un aficionado a la cartografía. Desde que me eché el telémetro láser ya no afino como antes. Los paisajes costeros que vemos justifican sobradamente el esfuerzo que realizamos y que, debido al alto nivel de humedad, nos hace sudar de forma profusa. Menos mal que hemos cargado bastante líquido. Llegamos a Niembro y a la zona recreativa de La Boriza, donde realizamos la prueba de la orientación a ciegas: Nos piden tres de los objetos que hay que portar obligatoriamente (móvil con cámara, manta térmica y botiquín de emergencia) que luego se colocan entre unos árboles, posteriormente a mi me pusieron un antifaz y Luismi me guió para recoger y entregarle los citados objetos. Hicimos esta prueba muy rápidamente, así que tomamos nuestras mochilas otra vez y continuamos siguiendo el contorno de la ría de Barro. Volvemos a pasar bajo la autovía A8–E70 hacia Balmori, donde picamos dos controles. Calculamos el tiempo que nos queda y qué controles podemos visitar pero las fuerzas son cada vez más escasas y es difícil saber si llegaremos dentro de las tres horas que limitan el primer sector. Pasamos junto a la ermita de San Antonio en Piedra, luego por el Vado de Quintana. Un último control  cerca de Santa Bárbara de Trasculos y ya nos dirigimos haciendo honor al nombre de nuestro equipo (Kalevan Mearasti) medio arrastrándonos de vuelta a la plaza de Posada. Nuestra estrategia consistía en exprimirnos a fondo en este primer sector para luego intentar gestionar la hipotética ventaja. No entramos en tiempo por tan sólo ¡¡¡6 segundos!!!, con la consiguiente penalización de dos puntos, pero acabamos muy satisfechos y pensando en que íbamos a ocupar los primeros puestos; más tarde nuestro gozo quedó en un pozo al ver que sólo habíamos conseguido la séptima plaza de un total de 11 equipos en nuestra categoría (Aventura Masculino).

puente 2

SECTOR 2º: Primer sector de la tarde con duración máxima de dos horas y salida/meta en Pendueles, al Este de Llanes. Tras el primer sector disponíamos de unas tres horas para reponer fuerzas. Como nuestro alojamiento estaba de camino entre Posada y Pendueles nos detuvimos en el mismo para comer algo, ducharnos, estirar y descansar. Tan a gusto estábamos que llegamos con el tiempo justo al siguiente sector. No nos veíamos con muchas fuerzas al iniciar el segundo sector pero poco a poco nos metemos en la carrera. En este sector hicimos todas la pruebas y fueron unos bolos típicos de la zona, entrar y salir de una cueva y picar un control y tirar con un gomeru. Yo tiré a los bolos y no di a ninguno así que nos fuimos sin puntos; a la cueva entramos los dos y nos gustó mucho ya que la misma terminaba su recorrido en los acantilados y la prueba del gomeru la hice yo con gran éxito. Al principio no sabíamos lo que era el gomeru y resulta que era el tirachinas o tirabeque de toda la vida. Había tres intentos para dar con un canto a una lata grande; fallé el primer tiro por poco pero, tras corregir el desvío del proyectil, a la segunda acerté de lleno. Terminamos este sector muy perjudicados y andando como un robot. En esta ocasión el “plano” utilizado era realmente una ortofoto de escala 1:7.500 con algunas adaptaciones realizadas según parecía con el ocad u otro programa de dibujo. Hubo una zona al Este del pueblo muy interesante donde se concentraron varios controles curiosos así como la prueba de la cueva.

Pendueles 001

  El control 48 era una ruina y yo especulaba con que se tratara de un viejo molino mareomotriz movido por el agua de mar que entraba a la laguna interior. El control 79 estaba en un bufón, un orificio abierto bajo el acantilado por donde sale un surtidor de agua cuando las olas rompen contra la costa con marea alta. El control 89 se situaba en una especie de puente natural que pasaba sobre un entrante del mar (foto 2). El control 58 estaba junto a la entrada de la cueva en la que había que penetrar y que llegaba hasta el mar en dirección Este. Y el control 55 era una cueva con una gran entrada junto a un arroyo.

Llanes orto

SECTOR 3º: La última parte de la competición tiene como escenario el casco urbano y la periferia de Llanes. Prácticamente se trata de una carrera urbana a la que se han añadido tres pruebas de habilidad. El plano es una ortofoto con adaptaciones en escala 1:6.000. Tras el segundo sector nuestros maltrechos organismos nos llevan de nuevo al alojamiento. Esta vez sólo tenemos un par de horas para reponernos y comenzar el tercer y último sector. La ruina nos invade y no creemos ser capaces de terminar con garantías la prueba. Tenemos las piernas muy cargadas y hablamos de hacer el último sector andando y que sea lo que Dios quiera. Llegamos a Llanes y vemos que está llena de turistas. Accedemos al polideportivo (salida-meta) por la peor ruta posible y llegamos de nuevo con el tiempo justo. Se da la salida y el milagro sucede; no sé si llevar plano y brújula en la mano o qué misterio de la naturaleza se dio pero de pronto me veo con fuerzas para afrontar el último sector a muerte. Luismi flipa a todo color y le cuesta seguirme. Corro alargando la zancada para minimizar las molestias y llevo la iniciativa buena parte de la prueba que nos dirige por la periferia de Llanes hasta el área recreativa de Tieves para después introducirnos de lleno en el casco urbano de la turística localidad donde vecinos y visitantes se asombran a nuestro paso y se preguntan en qué especie de carrera estamos participando. Aquellos que nos ven picar en alguna baliza tienen más claro en qué consiste. Esquivando personas y demás vamos pasando por los controles hasta hacer las tres pruebas casi al final: Luismi hace el descenso en una pared que baja de un paseo a una playa, yo hago unos metros de equilibrio en el slack-line con ayuda de un bastón y finalmente antes de terminar la prueba, lanzamos unas fichas en el tradicional juego de la rana, donde no puntuamos porque no damos ni una. Sabíamos que era difícil pero es que yo no di ni en la mesa, dos se quedaron cortas y las otras dos salieron para los cerros de Úbeda. La paliza me había hecho perder incluso la coordinación.

   Tras acabar el raid preferimos dirigirnos al hostal en vez de ducharnos en el polideportivo en el que se iba a proceder a la entrega de premios y a una cena ligera. Aunque prometimos regresar, tras ducharnos y caer rendidos en las camas ya no pudimos ni movernos. Mi pie derecho ha comenzado a dolerme y apenas puedo apoyarlo (tras visitar al medico de la empresa, el diagnóstico es distensión de un ligamento) y Luismi no va mucho mejor. Desde aquí mis disculpas a los organizadores por nuestra ausencia pero es que estábamos rotos, rotos, rotos…

fabada 01

DOMINGO 27 DE JULIO, “EL DÍA DESPUÉS”: A pesar del descanso vespertino el cuerpo está muy lejos de su punto de equilibrio; músculos doloridos, tendones resentidos, huesos machacados…Caminar supone un gran esfuerzo por los dolores, pero las escaleras suponen una tortura infernal, igual hacia arriba que hacia abajo. Nos unimos en el desayuno con Rubén del Rioja-O y con Nico del CDNavarra y la opción playa se abre camino por méritos propios entre cualquier otra opción para pasar la mañana. Finalmente nos dirigimos a la playa de La Franca, si no me equivoco, donde nos pegamos un reparador baño. Pisar la arena y tener las piernas en la fresca agua de mar con toda su sal y su yodo ayuda a mitigar las molestias. Y tras una opípara comida, en la que incluimos algún plato típico y conversaciones en torno a balizas, volvemos a casa más cansados pero más satisfechos y sin ninguna foto en la tarjeta de la cámara pero con muchas imágenes en el “disco duro” del cerebro. No hemos ganado el raid pero si nos hemos demostrado a nosotros mismos de lo que somos capaces. ¡A qué poco sabe sólo un fin de semana en Asturias! Hay que volver cuanto antes…

Autoría y propiedad de las fotos: Astur Extrem, Bene Santos y Nicolás Corvo.

http://orientaraid.wordpress.com/

1 comentario:

Andrés dijo...

Gracias Bernardo por vuestra participación y por esta exquisita crónica, rica en detalles y que resume perfectamente lo que fue la carrera. Una pena que las fuerzas no os dejasen rematar el dia con una sidrina y la cena pero es comprensible. Como le dije a Luismi, ni aunque hubiese venido el auténtico Kalevan Rasti podría haber sido mejor, sois unos cracks y siempre es un placer teneros por aquí.
Un abrazo.
Andrés