martes, 24 de septiembre de 2013

IX Liga NORTE en Valdepoza

   Tras un verano viviendo la orientación de un modo poco habitual como es compitiendo en pruebas largas, tipo raids o rogaines, o incluso en tareas de cartografía, vuelve la temporada de carreras de orientación clásicas. La primera por el momento ha sido la IX prueba del calendario de Liga Norte. Organizada por el club palentino ORCA, esta carrera venía a despertar del letargo estival a algunos participantes. Tal ha sido mi caso ya que, a pesar de competir en otras pruebas, no tenía cogido el punto a los requerimientos físicos y técnicos necesarios para obtener el mejor resultado.

   La verdad es que, aparte de la falta de hábito, ya llegamos tarde a la zona de competición por lo que yo salí a la carrera unos minutos tarde. Esto ya te condiciona a la hora de estar concentrado y con todos los sentidos puestos en la tarea a realizar. El trazado de mi recorrido tampoco me aporto mucho ya que comenzar con un punto largo sin elección de ruta no es lo que más me gusta; posteriormente tenía otro tramo largo entre los controles 6 y 7, que si tenía elección de ruta pero, cuando una determinada aparece como la más evidente y consiste en salir a un camino para volver a entrar en el bosque un kilómetro más allá, pues tampoco resulta un desafío muy notable. El resto de los tramos entre controles eran bastante cortos. Cualquiera que vea el plano puede darse cuenta de que trazar en un lugar con tan pocos elementos no debe ser una cosa fácil.

Valdepoza Saldaña 001

   La navegación entre los controles se basaba en gran medida en el uso de la brújula y poco más ya que la interpretación de la vegetación se me antojó inútil ya en los primeros controles debido a la ausencia de algunos claros y a la dificultad para diferenciar las diversas tramas dibujadas en el plano. Por ejemplo, en el entorno del control 5 (46) se me hizo muy complicado el diferenciar el blanco con rayado del verde claro. Que no parezcan mis palabras críticas lanzadas sin fundamento, reconozco que este tipo de vegetación puede resultar muy difícil de trabajar ya que la información que nos pueda aportar el material base es prácticamente nula y esto implica hacer un gran trabajo casi “a ciegas” tratando de establecer unos límites a una vegetación muy parecida. Como aficionado a la cartografía de orientación he de ponerme en el lugar de los autores del plano y reconocer que su trabajo no ha tenido que ser fácil, pero como orientador no me queda otra que confesar el que el plano no me parecía ajustado a la realidad en cuanto a la vegetación en su totalidad.

   El terreno representado, bastante monótono y carente de elementos para balizar como ya he dicho, obligaba a dibujar algunos elementos cuya entidad era mínima. Y una vez más, como en otras carreras, la megafonía me sacó de la que debería ser la concentración necesaria en el punto 7. Ya, ya sé que esto mismo puede suceder en otros lugares de más tradición orientadora pero a mi no me molesta que se oiga la megafonía llegando a la meta (controles 16, 17 y 18, por ejemplo) sino que esto suceda a mitad de carrera. Repito, ¿cómo se puede apelar a la deportividad para no incumplir la norma de guardar silencio en carrera si luego es la propia organización la que no propicia las condiciones más idóneas para que no haya ruido en el “terreno de juego”? Y ¡OJO! yo no me opongo a que se haga uso de la megafonía, lo que digo es que se tengan en cuenta las condiciones particulares del lugar donde se vaya a desplegar y que, si por cualquier motivo no se puede asegurar el que no va a molestar a los participantes durante la prueba, pues que no se utilice.

   Es una cuestión de prioridades básica: Primero es la competición y la atención a los participantes durante el transcurso de la prueba, después ya se pensará en entretener a los espectadores, en las duchas, la entrega de trofeos y todo lo demás, pero lo primero es lo primero. Yo encantado de que haya todos los servicios posibles y que la competición luzca lo más espectacular que se pueda…pero sin cargarse lo fundamental, que nos hemos tirado muchos años sin ningún “lujo” y no ha pasado nada, todos sabíamos a lo que íbamos.*

   Dejando al margen el tema megafonía…(que me van a sacar cantares) la competición, en mi opinión, ha supuesto un pequeño pinchazo en relación a lo que nos tiene acostumbrados el club ORCA. NOOOO, QUIETOS, DEJAD QUE ME EXPLIQUE:  Por una parte valoro muy positivamente el querer ofrecer un terreno y plano nuevos y, no olvidemos, a una distancia prudencial de Palencia capital. La organización como tal no me ha parecido deficiente pero si es cierto que hay que ser conscientes de que los bosques son los que son y hay los que hay y aunque éste no era un lugar en el que correr fuera especialmente desagradable, si es cierto que no reunía las mejores condiciones para la práctica de la orientación según mi criterio. Tal vez se estén reservando mejores terrenos para los próximos 5 DÍAS DE PALENCIA, no lo sé.

   El track de la imagen está cortado porque se me colgó el Garmin, dejando de funcionar en torno al control 13, en el que, por cierto, perdí bastante tiempo por no seguir el rumbo y malinterpretar el relieve de la zona. También en el 4 y en el 5, el resto se dieron mejor. En definitiva, no fue una carrera desastrosa pero tampoco buena. De hecho ni siquiera sentí curiosidad por conocer mi resultado ya que estaba muy descontento con mi carrera. A ver qué tal se siguen desarrollando las carreras de otoño.

* Es normal que luego algunos me denominen como TALIBÁN-O.

www.orcapalencia.com 

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