lunes, 28 de abril de 2014

Jan Kjellström 2014. Gales Sur.

   Nuestro comportamiento nos define, y nuestro comportamiento toma forma por las decisiones que vamos tomando. Las decisiones tienen lógica cuando hay alternativas. Habitualmente, al llegar la Semana Santa, mi horizonte como orientador no alcanza a ver más alternativa que el CEO; sin embargo, su situación geográfica, mi preparación físico-técnica, etc., son condicionantes que te hacen contemplar otras posibilidades. Este año un grupito de orientadores de clubes de Castilla y León no hemos dirigido nuestra mirada hacia Málaga sino a Gales, zona del Reino Unido en la que se disputaba una nueva edición de la competición multi-día con más solera del Reino Unido, la Jan Kjellström.

  El primer motivo que ha determinado nuestra no asistencia al CEO es que nuestra participación no aparentaba ser importante de cara a la clasificación de nuestra selección autonómica. En plata: que somos un poco paquetes, o mejor dicho, que hay mejores corredores en nuestras categorías. Por otra parte, la JK es una de esas pruebas a las que, como orientador/a, quieres asistir al menos una vez en tu vida. De todos modos, yo particularmente hubiera mostrado reticencias de no haberse disputado en el Lake District o en terreno de páramo (moorland), como ha sucedido en la edición de este año. La distancia hasta Málaga y el que el año que viene el CEO se disputa en nuestra comunidad autónoma han sido otros condicionantes.

  Jan Kjellström viene a ser como nuestro Martin Kronlund. Hijo del fundador de la empresa SILVA, Jan viajó a Gran Bretaña en donde promocionó el deporte de la orientación por varias vías. Falleció en accidente de tráfico en el año 1967 y en ese mismo año se organizó la primera prueba en su memoria. Dicha prueba pasó a organizarse en Semana Santa desde 1969 y desde el 1974 se convirtió en la primera prueba británica en superar las 1.000 inscripciones. El actual programa de competición viene repitiéndose desde el 2006.

   Gales Sprint

   Día 1: El programa de la competición arrancaba con un sprint en un plano que se repartía entre edificios de la Universidad de Swansea, al Oeste de Cardiff, y el parque Singleton. El plano estaba bien elaborado pero el trazado de las categorías H35, H40 y H-Open nos pareció algo soso, con pocas elecciones de ruta y controles cortos y evidentes entre los edificios. En mi carrera me quito un minuto como mucho de “errores” pero si es verdad que el rendimiento físico no fue muy bueno, sintiéndome un poco torpón hasta que, al final de la carrera, en los últimos controles di todo lo que me quedaba esprintando como un velocista.

Gales Larga 1

  Día 2: Los páramos de Brecon Beacons al Norte de Merthyr Tydfil fueron testigos de las carreras en larga distancia que se disputaron el sábado 19 y el domingo 20 de abril. El acceso a la zona de carrera consistía en una pista de tierra llena de coches y otros vehículos a izquierda y derecha. La organización estuvo un poco torpe a la hora de colocar a los últimos coches y eso nos supuso un retraso notable que, a mi como conductor, me perjudicó al punto de llegar tarde a la salida unos 3 minutos. Las características de este terreno hicieron que aquellos con menos experiencia en el mismo comenzáramos la carrera con dudas y un ritmo lento. La escala 1:15.000 y el alto nivel de detalle tampoco ayudaban mucho. Por todas partes se prodigaban fosos y depresiones de todo tamaño y forma. Finalmente mi tiempo no pudo ser mejor, no ya por errores sino por la baja velocidad de carrera motivada tanto por la vegetación y las piedras como por las dudas ante la dificultad de lectura del plano y del reconocimiento de los elementos leídos sobre el terreno.

Gales Larga 2

  Día 3: La previsión de nuevas retenciones nos hizo llegar a la zona de aparcamiento con mucho margen de tiempo. Las condiciones climatológicas hicieron que la organización decidiera que todos los participantes, excepto los de élite, se cubrieran con un chubasquero de forma obligatoria. Lo cierto es que soplaba un viento fuerte y la previsión era de lluvia y finalmente se cumplió. El plano tenía unas características similares al del día anterior y el trazado, no siendo malo, presentaba unos controles finales junto al camino de acceso a la meta que resultaban redundantes porque no aportaban nada más que la posibilidad de dejarte alguno por llegar con el cerebro agotado. Mi carrera, una vez más, no tuvo errores notables, sólo ritmo lento ocasional forzado por las piedras que tapizaban el suelo o por aumentar la prudencia ante la imposibilidad de avanzar con seguridad dada la dificultad para reconocer elementos distintivos. Hay veces en las que tanta visibilidad no resulta positiva. Yo ya tenía experiencia en correr en este tipo de terreno cuando visité Irlanda hace unos años pero ciertamente resulta extraño correr en un terreno desprovisto de árboles.

Gales Relevo

  Día 4: El lunes 21 era fiesta en el Reino Unido y se disputaron los relevos. La zona elegida se trataba de un paisaje muy transformado por la actividad humana, en este caso la minería. Numerosos taludes y otros elementos procedentes de la minería del carbón proliferaban por doquier generando un plano muy curioso, de hecho la zona es considerada patrimonio de la humanidad, especialmente el pozo principal o “Big Pit”. Los equipos eran formados por tres componentes y en nuestro caso se enfrentaron los TIGRES contra los LEONES, resultando estos ganadores. Mi posta no tuvo fallos notables sino segundos que se escapaban levemente, sin embargo, otra vez sentí el cuerpo pesado, y no corrí a gusto hasta la mitad del recorrido. Los 6 minutos que me sacó el primer león, en una gran posta por su parte, fueron reducidos a la mitad con una grandiosa posta del segundo tigre, aún así, el segundo león también hizo una posta muy solvente y, aún con las espadas en alto, salieron a correr los “anchor men” de ambos equipos. Aunque ambos terceros relevistas no hicieron los mejores parciales, el de los leones aumentó la diferencia en algunos minutos consiguiendo la victoria para su equipo y que los tigres pagáramos unas rondas de cervezas.

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  Anécdotas y curiosidades:  * La organización de la prueba no colocaba ni una señal en las carreteras para facilitar el acceso a los participantes, menos mal que avisaban en el boletín informativo.* Tampoco daban ningún tipo de avituallamiento tras la prueba, ni siquiera un poco de agua (excepto a los participantes de las categorías de élite).  * Así mismo no se facilitaba la retirada de basura y residuos, los participantes fuimos avisados para llevarnos los residuos que pudiéramos generar.* A excepción de la prueba del sprint, en el resto de carreras era obligatorio salir a correr llevando un silbato, por si acaso.* La inscripción a la competición se cerró con 3.000 participantes, no se admitió ni uno más.* Los planos del relevo eran entregados previamente a los corredores, doblados por su mitad dos veces y precintados con un trozo de cinta adhesiva, ¡Eso es confianza en el “fair play”!, ¿podría hacerse eso en nuestro país?…* No hubo una sola salida masiva con todos los participantes sino que se dieron varias salidas masivas con categorías agrupadas cada 30 minutos.* Todos los planos usados en esta competición habían sido previamente usados en otras competiciones anteriores y se permitía su vista previa a todos los participantes.

  Más información de la prueba:

http://www.thejk.org.uk/jk2014/index.php?pg=207

miércoles, 2 de abril de 2014

FOTOS DE ORIENTACIÓN

   Lo reconozco, yo no tengo mano para hacer buenas fotos de orientación. Me falta paciencia, tiempo, una mejor máquina de fotos, no sé…Pero parece que no soy el único sin esa virtud, ya que, a mi me parece realmente difícil encontrar fotografías relacionadas con la orientación que consigan conmover a través de la estética y que plasmen la esencia de dicho deporte. Conseguir buenas fotos es complicado. ¿Qué se necesita? Pues tal vez el que la cámara sea mejor o peor no es lo más importante. Más decisivo me parece conseguir una buena composición, en la que la figura y el fondo estén en equilibrio, el tratamiento de la luz, la gestión del color, etc., etc..

   Hace poco pude ver vía facebook (caralibro para muchos) unas fotos realizadas en el último POM, celebrado en el entorno de Gouveia, por, supongo, algún fotógrafo oficial de la prueba. Dichas fotos, compartidas por gentes del club AsturExtrem (muchas gracias a quien tuviera la iniciativa) me resultaron realmente interesantes por tener la capacidad de conmover y retratar más vívidamente de lo habitual la “realidad” de cómo yo entiendo la orientación.

   De entre dichas fotografías me he permitido seleccionar algunas que me han parecido singulares; las dos primeras me parecen destacables más por sus características estéticas, mientras las dos últimas no me parecen tan “artísticas”, sin embargo las creo importantes por las ideas que me sugieren:

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   En primer lugar comentaré una foto en la que aparece, a juicio de muchos aficionados (me incluyo), la mejor orientadora de los últimos tiempos, la suiza Simone Niggli Luder. Obsérvese cómo el fotógrafo divide la composición horizontal en aproximadamente tres partes, ocupando la inferior en primer plano lo que parece un tronco de pino tumbado, o tal vez sea la superficie de una roca. Esta a su vez “corta” la figura de la corredora, dejándonos ver sólo la mitad de su cuerpo, el cual se presenta desde una perspectiva lateral. Verticalmente la composición también aparece compartimentada por los troncos de los árboles dejando a la izquierda un mitad más oscura, sobre la que destacan los colores de la vestimenta de la corredora, así como el tono blanquecino de su piel; sin embargo, en la parte derecha, el fondo tiene un tono más claro. A todo esto hay que añadir el que se percibe perfectamente la fina pero intensa lluvia que cae en diagonal en contra de la dirección de avance de Simone. La luz, apagada y fría, unida a la lluvia, da a toda la escena un ambiente único que nos puede retrotraer a todos/as a una situación similar vivida en primera persona y que, sin duda, podemos recordar como desagradable pero también con una connotación relacionada con nuestra fuerza de voluntad y nuestra capacidad para disfrutar de la naturaleza incluso en las peores condiciones.

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   En segundo lugar muestro una imagen con una, a mi juicio, bipolaridad bastante notable. Parece que la atención se fijara alternativamente en la figura de la corredora y en el entorno que la rodea. De todos modos, la composición en su conjunto es armoniosa y capta la falsa soledad de la chica conforme avanza por el terreno a la vez que consulta el plano. Lo que a ojos de un profano en nuestro deporte podría inducir una idea de vulnerabilidad, a nosotros nos puede llevar a recordar aquellos momentos escasos, pero valiosos, en los que nos orientamos en solitario, acompañados sólo por nuestros pensamientos. El halo de flores amarillas de los arbustos viene a complementar el más habitual contraste entre el verde y una amplia gama de grises, dando como resultado un interesante conjunto.

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   A continuación una imagen que incluyo como ejemplo de aquellos/as que no conciben su existencia, no ya sin vivir en contacto con la naturaleza, sino haciendo que ese contacto sea lo más estrecho posible. No se trata de estar en la naturaleza sino de ser uno con ella por todos los medios; y si uno tiene que revolcarse, sumergirse, caerse, mancharse, etc., pues se hace y ya está. En este caso, el individuo asilvestrado es “Bolo”, famoso por sus chapuzones en agua helada. Le recuerdo bañándose en las costas cántabras en pleno febrero, en un lavadero cuyas aguas recién brotaban de un manantial o, como en este caso, en cualquier río o corriente que tenga a mano. Locura para algunos y un canto a la vida para otros.

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   Por último otra imagen en la que no importan tanto sus cualidades estéticas como los sentimientos y valores que transmite. En ella aparece Antoñico con una expresión un tanto confusa. ¿Ríe?,¿sufre?,¿hay alegría o dolor? Su rostro dibuja una mueca ambigua que se puede interpretar de diferentes maneras. La mirada aparece fijada en un objetivo, lo cual sugiere concentración. Si nos cuesta interpretar su expresión puede ser porque en su mente se suceden las emociones: El cuerpo envía señales de agotamiento, de cansancio, de esfuerzo llevado a un límite asumible pero doloroso; sin embargo su cerebro va por otro lado y está más en la satisfacción de una carrera bien hecha, de esforzarse por alcanzar la meta, por no rendirse hasta el final, por luchar cada segundo antes de iniciar el proceso de recuperación. Como en el caso anterior, la mirada profana, ajena a nuestro particular y generalmente desconocido mundo podría ver incluso como cómicos el gesto, la postura y la indumentaria del chico que aparece en la foto; sin embargo para nosotros esta imagen está cargada de significado y desde nuestro interior empatizamos con él animándole a que exprima al máximo sus fuerzas hasta llegar a la pancarta de meta como también haríamos nosotros en la misma situación (o al menos lo intentaríamos, ¿no?).

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