domingo, 29 de julio de 2012

Trofeo Adriá Triquell de orientación con bici de montaña

   Vacaciones de verano. Barajé muchas opciones de cara al período de descanso estival pero como no me decidía y otras no parecían lo prometedoras que había previsto, finalmente se reducían las alternativas. La que me pareció más atractiva previamente era acudir a Suecia un par de semanas más o menos para asistir a entrenamientos y pruebas para acabar como gran fin de fiesta con el O-Ringen en la parte Oeste del país. La idea no tenía mala pinta pero por diversas razones la rechacé finalmente.

   Otra opción válida era la de acudir como espectador al WOC de Suiza y además competir en las pruebas abiertas, pero finalmente y sobre todo por el plazo de inscripción fue descartada. Apareció entonces una competición muy interesante como es el CROESO 2012, a disputar en la costa Oeste de Gales y que tenía muy buena pinta, pero también fue descartada por varias razones. ¿Qué razones? Pues entre otras un par de ellas flotaban en mi mente constantemente: Una era que desde mediados de junio había cogido la bici de montaña con verdadera fruición y que el corte temporal entre las últimas carreras de junio y la prueba a acudir así como entre ésta y las próximas carreras a disputar en septiembre se me antojaba demasiado largo, ¿de que serviría venir en forma si pasaría más de un mes hasta que volvieran las pruebas de orientación a pie?. Otra era que, dada la situación de la economía mundial, no me apetecía gastar mi dinero fuera de España y menos en países como Suecia, Suiza o Gran Bretaña a los que no les va tan mal como a los PIGS. Evidentemente la macroeconomía y las mamonadas de esos que se llaman estadistas de la UE no iban a marcar mi agenda pero es algo que influye, si bien no es determinante.

   Finalmente por estos motivos y otros me decidí a acudir al Trofeo Adria Triquell con sede en Lloret de Mar en la provincia de Gerona. Tenía “mono” de ponerme a prueba y ver cual era mi nivel comparado con los asistentes habituales a este tipo de pruebas. El citado trofeo se disputaba del viernes 20 de julio al lunes 23, si bien las carreras del sábado y del domingo eran además valederas para el Campeonato de España, Trofeo Ibérico y WRE. Muchos participantes no asistieron al total de las pruebas, otros si.

   El viernes 20 se disputaba una prueba en distancia larga junto al término de La Roca del Vallés. Yo me despisté poco antes de llegar a la zona de competición por falta de señalización y por haber recibido unas instrucciones un tanto ambiguas, así que llegué con el tiempo justo y un tanto enfadado, de todos modos yo no enfoqué mi participación de un modo super-competitivo así que tampoco pasaba nada si no salía en mi hora. A pesar del retraso, conseguí salir en mi minuto. El recorrido ya comenzaba en ascenso y la prueba se iba confirmando como de las duras. El marcado desnivel, las altas temperaturas y un error propiciado por fallo del plano en torno al punto 4 hicieron que entre el punto 5 y 6 ya acumulara más de dos horas de carrera. Evalué el resto del recorrido y viendo que mi carrera superaría probablemente las 3 horas y media decidí abandonar. No estaba disfrutando en absoluto.

                                                   Bueno, ya había tirado a la basura las posibilidades de hacer algo por el triunfo total en la suma de CEOBM media 001tiempos de todos los días, pero las carreras de sábado y domingo eran los campeonatos nacionales de media y larga distancia así que merecía la pena lucharlas una a una. El sábado 21 se disputaba la media y, como ya nos habían avisado, tanto el clima como el terreno mejorarían muchísimo. Y así fue, el cielo apareció cubierto pero sin amenaza de lluvia, la temperatura era más moderada y el terreno era una pasada, tanto por el menor desnivel como por la densa red de pistas, caminos y sendas de toda anchura y condición que hicieron las delicias de los participantes. Yo salí a por todas, rodando cómodo y concentrado si bien me di cuenta de que esta disciplina implica unos condicionantes especiales a la hora de leer e interpretar el plano; ya que, por una parte, la atención se centra casi exclusivamente en la lectura de los caminos, mientras que detalles especiales, como saber si se va circular rodeado de bosques o cultivos o qué relieve dibujan las curvas de nivel, quedan en un segundo plano para el ciclista poco acostumbrado a este tipo de pruebas y, por otra parte, aquí no se puede aplicar la técnica del pulgar por lo que, a no ser que te inventes algún sistema para marcar por dónde te mueves aproximadamente, has de memorizar y volver a buscar tu ubicación en el plano cada vez que quieres mirarlo para comprobar algún detalle importante. Esto se traducía en parones cada vez que surgía una duda o no se estaba seguro por miedo a equivocarse. Estos parones, numerosos en el caso de los nobeles, son muy pocos o ninguno en el caso de los más experimentados. Tras acabar esta prueba tuve buenas sensaciones porque creía que las elecciones de ruta habían sido buenas y había mantenido un buen ritmo, sin embargo, al comparar mi tiempo con los que ya había puestos en las clasificaciones, vi que mi tiempo era bastante mediocre y alejado de los primeros puestos. Mi gozo en un pozo. Bueno, por lo menos saqué como conclusión el que las pruebas en distancia media eran mis favoritas, por su ritmo más frenético y porque el tiempo para el ganador es más reducido.

  CEOBM Larga 001 Domingo 22, campeonato de España en larga distancia. No tenía tantas ilusiones tras el fracaso relativo del día anterior y más teniendo en cuenta el que la carrera sería más exigente, pero el que no se conforma es porque no quiere y salí dispuesto a aprender, disfrutar e intentar hacerlo lo mejor posible. Mi hora de salida no era la mejor ya que esta vez la temperatura era algo más elevada que el día anterior. Comencé algo torpe y en el punto 2-3 se presentó la elección de ruta más complicada probablemente de toda la carrera. Yo elegí una ruta bastante recta uniendo caminos y sendas de distinta anchura pero de buen firme, sin embargo, tras comparar rutas y tiempos con otros corredores estaba claro que la mejor ruta era la que trazaba un amplio arco hacia el Oeste para volver luego hacia el Este y hacia el control. En el tramo 3-4 perdí bastante tiempo en una larga rampa y en dudas. Continué sin problemas hasta que bajando del punto 6 al 7 he de soltar la bici para evitar rodar con ella por la empinada ladera y el manillar se gira forzando un cable que me impide doblar la dirección hasta que me doy cuenta de la maniobra. En los tramos 7-8 y 8-9 tal vez no hiciera las mejores rutas pero a mi me lo parecieron y ya acabé con un sabor dulce que luego, una vez más, se torno algo amargo al volver a la realidad de los resultados. Y es que todavía me falta tomar el pulso a este tipo de pruebas y darme cuenta de pulir pequeñas pérdidas de tiempo, memorizar mejor, ver antes la ruta más efectiva, etc..

   Lunes 23, último día del Trofeo Adria Triquell. Esta prueba a mi no me sirve sino para salir a entrenar así que me lo tomo un poco pachangueramente y de relax. De hecho la salida era a la caza y salgo bastantes minutos más tarde respecto a mi hora asignada. De nuevo, como el viernes, la competición no parece que la organización se la tome tan en serio y en esta ocasión la prueba es algo simplona con un trazado algo insulso y con algunos errores de cartografía. Este terreno tiene algo más de desnivel que en el fin de semana y se ven señales de rutas de btt. De hecho los bosques de Lloret están todos marcados con rutas para la bici de montaña y es que se ve que por allí hay bastante afición. Como yo llegué el miércoles 18, pude dedicar la mañana del jueves 19 a dar una vuelta para evaluar el terreno, pero lo hice por una zona permitida más o menos al Noroeste del camping Santa Elena Ciutat, en el cual me alojé. Un chaval que trabajaba allí me comentó que había una buena red de caminos por unas laderas boscosas pobladas de pinos, alcornoques y otras especies. Al poco de ponerme en marcha comencé a ver señales de la ruta nº4 y las fui siguiendo visitando algunos puntos de interés al Noroeste de Lloret, como las casetas del Ángel y una cruz (Creu de Terme) de estilo modernista así como la pequeña capilla de la Mare de Dèu de Gràcia.

  Casi todos mis compañeros de competición iniciaron viaje el mismo lunes tras acabar la carrera, yo sin embargo preferí quedarme un día más ya que así podría disfrutar un poco más de Lloret sin la presión de las carreras y volver al día siguiente más tranquilo. Finalmente mi evaluación es positiva ya que no tuve más que una caída leve y sin graves consecuencias más que un esguince leve de rodilla al no soltarse la cala del pedal, pude ponerme a prueba y compararme a nivel nacional y con participantes de otros países, conocí de primera mano algunas zonas de la comarca de La Selva ( que tiene un nombre muy acertado, ya que los bosques son muy frondosos ) y también pude conocer Lloret de Mar aunque no me quedan muchas ganas de volver allí por el turismo extranjero.

https://sites.google.com/site/campespbtto2012esp/

Ascensión al Peña Redonda

   Varios personajes relacionados con la orientación en Castilla y León son convocados a realizar una jornada de montaña el domingo 15 de julio, sin embargo sólo tres valientes decidimos lanzarnos a la aventura. La cota a ascender es Peña Redonda, una ascensión sin complicaciones en la montaña palentina. La cima tiene 1.996 metros sobre el nivel del mar y en ella hay erigida una gran cruz metálica, así como el típico vértice geodésico y una pequeña capilla dedicada a la Virgen, si bien una estatuilla que hay en su interior ha sido profanada por decapitación.

   Yo tenía ganas de adentrarme un poco en esta zona y gracias a un buen conocedor de la misma como es Óscar Baciero tuve la oportunidad de catar una pizca de esta basta y hermosa región del Norte de Palencia. El otro montañero era Luis Benito, de mi club. Nos citamos en el parador nacional de Cervera de Pisuerga, que tiene una arquitectura parecida a los hoteles de montaña de Francia, Italia o Suiza. En principio me pareció que el destino era muy lejano para una excursión de un día, pero luego pensé que en varias ocasiones había recorrido distancias incluso mayores para asistir a una carrera de orientación, que dura menos, si bien es bastante más intensa y concentrada como actividad física.

   Desde la terraza del parador pudimos contemplar una bonita vista de nuestro objetivo y sus alrededores. Allí hicimos tiempo para tomarnos un café y luego nos desplazamos a la localidad de San Martín de Herreros (1.094 m.), desde donde comenzábamos la ascensión. Empezamos cruzando un río aun joven que tributaba al hermoso embalse de Cervera Ruesga y caminamos hacia el término de Fuente Colorada si bien la pendiente todavía no era importante y caminábamos por un camino ancho. Poco a poco el camino se iba estrechando y la vegetación se iba mostrando más frondosa, entre la cual abundaban los espinos albares, robles, hayas, servales, tilos, etc...Al tiempo llegamos a los prados de la Brañosera, donde encontramos varias personas y la pendiente ya se torna más exigente.

   Ya queda poco para rebasar la línea de los árboles y dudamos en qué rumbo tomar ya que las sendas se desdibujan y finalmente 07 Bambi no se muevedecidimos ir ascendiendo por una ladera hasta un collado fácil de identificar. En esta ladera caminamos a diversas alturas ya que cada uno se marca un ritmo de marcha y sigue distintas sendas difusas. De pronto en mitad de mi marcha aparece un cervatillo tumbado sobre el suelo, parece herido y, aunque respira, su aspecto tiene mala pinta ya que no parece nervioso ni hace el más mínimo movimiento de huida. Lo analizo someramente y no parece tener ninguna herida superficial, así que tras sacarle un par de fotos seguimos la marcha dejando que, para bien o para mal, la naturaleza siga su curso.

   Al poco llegamos al collado de Las Hoyas, donde aparecen varias depresiones hondas abiertas en el suelo calizo, y ya comenzamos la ascensión del tramo final, profuso en sendas de animales y zonas de lapiaz. Poco a poco nos desplazamos hacia el Sur y así encontramos la senda principal de ascensión, que sube desde el Sur por el barranco de Santa Eulalia y ya podemos ver el contraste entre los llanos de la meseta y los picos de la Sierra de la Peña y otros más al Norte, entre los que destacan las cumbres del Curavacas y el Espigüete.

  08 En la cumbre                                                  Reunidos en la cima saco unas fotos y buscamos un buen lugar para comer. Como es habitual, Óscar saca de la mochila una botella de cava con cuyo contenido brindamos y nos damos un homenaje…¡Este tío es la bomba!. Tras la comida iniciamos el descenso por la parte Oeste de Peña Redonda y poco a poco nos acercamos al borde de un gran hayedo por el cual continuamos bajando. El ambiente que se respira dentro de los densos hayedos es especial ¿qué voy a contar a los que ya hayan estado en Entzia, Urbasa o Aralar buscando balizas? La pendiente era fuerte y cargaba las piernas. Ya salimos a unos prados, la pendiente se suaviza y aparecen grupos de caballos y vacas.

   Continuamos la marcha hasta llegar de nuevo a San Martín de los Herreros donde nos lavamos y cambiamos antes de volver al parador donde, de nuevo en su gran terraza, comentamos la jornada y otros temas tomando una clara y contemplando el lento atardecer. Óscar nos cuenta sus aventuras pasadas junto al embalse de Ruesga y a Luis y a mi no nos queda otros remedio que reírnos a mandíbula batiente por las rocambolescas anécdotas. Dando por terminada la actividad cada mochuelo a su olivo. El descenso dejó su marca en mis cuádriceps que, dos días más tarde, todavía se resentían por el esfuerzo; sin embargo me gustaría volver allí.

   Esta vez si saque fotos: https://plus.google.com/photos/111930884965373808464/albums/5770655197905578289#photos/111930884965373808464/albums/5770655197905578289

En la comarca de la Vera, Cáceres

    El domingo 8 de julio Pepe el electrónico nos invitó a varios compañeros a disfrutar de una jornada multideportiva, que comenzamos con una ruta en bici de montaña por las hoces del Riaza, más tarde piscina, comida, relax, frontenis y ping-pong, minimotos en circuito y cena. Un domingo completito. Poco antes de cenar Manuel (es un compañero de trabajo muy aficionado al ciclismo que forma parte del grupo con el que salgo de ruta alguna vez) mencionó que tenía intención de ir al pueblo de su padre, en el cual podría hacer uso de la casa de sus abuelos en Losar de la Vera, y que si alguien quería ir.

   Y allá que nos fuimos. Yo no conocía esa zona y la verdad es que me apetecía bastante porque ya había oído hablar de sus virtudes. El martes siguiente partimos hacia Losar vía Segovia, Ávila, Puerto del Pico, etc.. Pepe fue en su moto de trail y Manolo vino en mi coche y con las bicis de montaña. Paramos en un restaurante nuevo justo antes de iniciar el descenso del puerto del Pico y las vistas desde ahí eran impresionantes. Ya en Losar lo primero que hicimos fue dejar las bicis a buen recaudo, hacer algo de compra y luego irnos a bañar la garganta de Cuartos, junto a la carretera. Como había bastante gente Manuel nos llevó a otras zonas profundas río arriba. El agua era cálida y cristalina, todo un placer; se podían ver los peces nadando junto a uno.

 imagesCAF4UWUI                                           Luego cogimos la bici y Manuel nos llevó a dar una vuelta tranquila por el pueblo y luego bajamos hasta otra garganta en la que se había construido una piscina natural embalsando el agua del río. Como ya nos habíamos bañado y en esta zona daba la sombra casi todo el día ya no nos bañamos más. Según nos dijo ésta era la preferida en esos tórridos días de verano con temperaturas entre los 35 y los 40 grados centígrados. Había un chiringuito al lado mismito y ya aprovechamos para tomar una caña con limón y unas patatas fritas.imagesCA2D0CJ9

   Al día siguiente hicimos una interesante ruta con la bici de montaña por la zona pasando por Jarandilla de la Vera, donde vimos un viejo puente y otra balsa artificial para bañarse, después iniciamos un tramo en descenso siguiendo el valle de un tributario del Tiétar donde abundaban los bosques de roble, luego subimos hacia Jaraiz de la Vera (villa famosa por su ricos embutidos) desde donde accedimos a un embalse y de allí al monasterio de Yuste, donde aprovechamos a comer. Desde allí descendimos hacia Cuacos de Yuste, una población muy interesante, y desde allí fuimos hacia Jarandilla por la ruta de Carlos V, que es un camino bastante basto formado por grandes piedras redondeadas sacadas de las gargantas. En dicha ruta las subidas eran complicadas y las bajadas lo hubieran sido de no ser por la doble suspensión de mi bici pero Pepe temía perder el GPS del manillar con tanto traqueteo. Al llegar a Jarandilla Pepe y yo nos quedamos en la balsa que vimos antes pero Manuel quería entrenar de cara a clásicas veraniegas de bici de carretera, así que subió de Jarandilla a Guijo de Santa Bárbara bajando por otra carretera hasta dónde estábamos nosotros. Ya reunidos volvimos hacia Losar y bajamos a la piscina natural donde estuvimos el día anterior porque desde allí partía un camino que Manuel no sabía dónde llegaba y tenía curiosidad por saberlo. Manuel y Pepe se lanzaron a la aventura haciendo una larga ascensión y yo me quedé dándome un refrescante baño.

   Una vez reunidos, ellos también se dieron un baño y me contaron que no llegaron al final del camino, que éste continuaba pero que lo dejaron cuando comenzó a descender, así que ya teníamos ruta para el día siguiente. Tras el baño, tomamos una clara y me comentaron que el camino ascendía los primeros 4 kilómetros con un alto porcentaje y que después ya suavizaba levemente. También me dijeron que el camino estaba pavimentado con hormigón en las partes más empinadas para evitar la formación de surcos formados por la lluvia y el agua del deshielo, mientras que en las partes más suaves el firme era de tierra y roca.

  600772                                         Así pues, el jueves fuimos a comprobar dónde llevaba el dichoso camino y rodando, rodando llegamos al refugio de Nuestra Señora de las Nieves que está a 1.700 metros de altitud. Ciertamente el primer tramo de ascensión era el más duro. Luego llegamos donde Manuel y Pepe se dieron la vuelta el día anterior y es el punto donde el camino desciende hasta el término de cañada somera (o algo así)…, más tarde el camino vuelve a subir y a tener un trazo en zig-zag. En mayor altitud miraban nuestro pedaleo algunas cabras, luego vacas y por fin, en la parte más alta, caballos. Superada la línea del bosque ya sólo se veían pastos, la vista era excepcional y a la derecha del camino apareció el refugio, que había sido restaurado por los alumnos de la escuela taller de Losar de la Vera. La ascensión nos llevó hora y media con algunas paradas pero el descenso no llego a media hora. Se cogía velocidad rápidamente y al llegar abajo los frenos de disco estaban calentitos. Más tarde nos fuimos a bañar a la garganta de Cuartos y luego nos fuimos a comer una paella a uno de los restaurantes que hay junto a la misma. Tras darnos tan merecido homenaje Manuel propuso rematarlo con una siesta antes de volver a casa y no pudimos negarnos. Ya descansados iniciamos el viaje de vuelta a la ribera del Duero.

  Me sorprendió la abundancia y belleza de la naturaleza de esta comarca. Bajo el amparo de las sierra de San Bernabé, Tormantos y Gredos abundan en los cultivos los frutales (¡qué ricas las picotas!), los olivos, el tabaco, etc.. y en los bosques, los grandes robles. Las gargantas, como arterias de la tierra alimentadas con las escasas nieves del pasado invierno, inundan de vida el terreno que riegan y proporcionan buenos baños a la gente. Los paisanos son amables y la vida tranquila. El terreno para el ciclismo de montaña y carretera es muy bueno, así como para el senderismo. En resumen, una parte de nuestro país que merece la pena visitar y conocer.

lunes, 9 de julio de 2012

MALOS TIEMPOS PARA LOS BOSQUES

   Sabemos que muchos bosques se plantan exclusivamente con un propósito económico. No nos vamos a engañar, la silvicultura es una actividad económica en si misma y no importa el uso que demos a los bosques colectivos como el de los cazadores, orientadores, etc.., de cara a que, algún día, por mucho cariño que le hayas cogido a un paraje determinado, un organismo público o privado con potestad para hacerlo decida iniciar la tala del arbolado de un bosque.

   Sin embargo, la situación económica actual, la cual no me voy a poner a analizar, juega un papel determinante a la hora de poder decir que corren malos tiempos para los bosques. Por una parte el recorte en las medidas contra los incendios forestales, tanto preventivas como las dedicadas a la lucha contra el fuego propiamente dicho ya están determinando una mayor proporción en los daños causados por este tipo de desastre que, recordemos, en un porcentaje mínimo tiene un origen natural.

   Se dice popularmente que los incendios se apagan en invierno y es cierto, los trabajos de limpia, tala controlada, creación de cortafuegos, etc.., hay que hacerlos cuando la actividad vegetativa es mínima. Además, el riesgo de incendio al realizar estas tareas es menor porque la climatología de febrero, marzo..no suele ayudar a que un incendio forestal se propague. ¿Cómo se vienen realizando estas tareas en Castilla y León? Pues según me he informado se realizan mal, y se realizan mal porque habitualmente se alimentan de subvenciones con las cuales, tras una sucesión de subcontratas en la que han trincado pasta cuatro sinvergüenzas, acaba realizando el trabajo una empresa creada “a medida” con trabajadores mal pagados.

   Pero tranquilos, no pasa nada, a la consejería de Medio Ambiente se le ha ocurrido una gran idea como es la de comunicar a todos los ayuntamientos que si tienen árboles que cortar, que los corten, no importa lo saneadas que estén las arcas municipales. Por lo obtenido al realizar la tala la consejería se lleva un 15%, el ayuntamiento también gana y bosque que no existe, bosque que no se quema, así todos salimos ganando. La jugada perfecta. Esto me recuerda a algo que dijo hace algún tiempo un tal George W. Bush, muy recordado en Irak. Vino a decir que para evitar los incendios forestales lo mejor era cortar los árboles.

   Según me informa un paisano de la zona, el gran incendio producido en la Sierra de Pradales hace 6 años si no me equivoco, se declaró por las obras de limpieza y desbroce que realizaba… ¡¡¡EN PLENO MES DE AGOSTO!!!… la empresa de servicios forestales (entre otros) TRAGSA http://www.tragsa.es/es/acerca-del-grupo/Paginas/presentacion.aspx. Pues bien, resulta que años más tarde se da el trabajo de repoblar la zona quemada a la misma empresa. TRAGSA, según se relata en su web se creo con fondos públicos para después ser privatizada y cuenta entre sus propósitos con la defensa del medio ambiente… ¡pa flipar!

   Menos fondos para prevenir y extinguir los incendios forestales pueden traer consigo que apóstoles del trabajo voluntario como el Sr. Solomon, embajador de los U.S.A. en España, recomienden el que trabajos como la limpieza de los bosques sean realizados gratuitamente por los vecinos de los pueblos, eso sí reforzados por aquellos que desempeñen su actividad profesional en “mini-jobs” de esos con jornadas diarias de 4 horas…como les va a sobrar tiempo.

   En fin, esperemos que reine la cordura y que finalmente el panorama no sea tan desolador como parece. No quiero ser ave de mal agüero pero, sabiendo lo que dan de si nuestros gestores públicos, tampoco es descabellado ponerse en lo peor. Ojalá que los bosques y nuestro deporte no sufran la ambición e ineptitud de políticos sin escrúpulos y de empresas que no buscan más que su propio beneficio.