miércoles, 31 de octubre de 2012

Liga Norte en Burgos

  La Liga Norte 2012 pega sus últimos coletazos. Finalizará el 11 de noviembre con una prueba organizada por mi club en un terreno ya utilizado en el 2008, pero inédito para muchos. La cartografía fue realizada por mi y, afortunadamente, el monte no es susceptible de cambios importantes por lo que, a pesar de revisarlo, no ha sido necesario retocar notablemente el plano. La vegetación es autóctona, dominando la sabina y el quejigo como especies predominantes.

  Pero bueno, eso puede ser tema para otra entrada… En esta hay que analizar la prueba organizada el domingo 28 de octubre por el club Tjalve de Burgos, con el que yo empecé en esto de la orientación. El lugar de la competición ha sido el centro histórico y monumental de Burgos, incluyendo el castillo y sus laderas; así que la carrera se puede denominar como mixta ya que ha mezclado una parte totalmente urbana con otra de medio forestal aunque con muchos elementos de origen humano.

  Este tipo de carreras suponen un quebradero de cabeza para los participantes ya que nos hace preguntarnos cuál será la mejor equipación, tan determinante en algunas ocasiones. La mayoría hemos optado por calzado tipo “running” pero dotado de suelas con el mayor relieve posible y no más protección que unas calcetas o unas medias de compresión. El frío viento Norte, que ha llegado quebrando la salud de muchos, parecía hacer recomendable el uso de prendas interiores térmicas pero al final no ha sido necesario. Yo tenía la intención de llevar por dentro una camiseta térmica de manga larga y finalmente he preferido salir sin ella y no la he echado de menos en ningún momento.

  Llegaba a esta prueba con un estado mental raro en mi, demasiado dominado por sentimientos en vez de por la razón. Raro porque no era, a priori, una prueba adecuada para mi, ya que, aunque daba para fallar, el componente físico parecía más determinante. Raro porque llegaba tocado del tendón de Aquiles derecho tras entrenar el pasado viernes. Raro porque parte del casco histórico de Burgos no me es desconocido y tenía cierto temor por las partes del mismo que si desconocía totalmente. Raro porque desde hace algún tiempo tenía flashes premonitorios de imágenes que vinieron a mi mente mucho antes de saber que se iba a disputar una prueba de orientación en Burgos capital. Y raro por otras razones personales.

Burgos monumental

   Mi recorrido comenzaba entre calles pero con dirección al cerro del castillo; a medio camino cometo el mayor error de toda la carrera: No iba por dónde había planeado pero, en vez de arreglarlo sin perder altura, vuelvo a bajar bastante para retomar la trayectoria que yo había planeado inicialmente. La duda o la obstinación me cuestan minuto y medio. En el resto de la carrera podría limar algunos segundos aquí y allá, nada importante.

   Uno de los tramos más interesantes me resultó el 14-15 por la transición de la zona del castillo a la urbana y en bajada, que favorece más los errores. Un tramo “malo” fue el 21-22 que implicaba subir unas escaleras a tope para después volver a bajarlas; no le vi la gracia. Precisamente desde el control 22 el tendón se me resiente y me hace reducir la velocidad de carrera. Ahí se me han ido algunos segundos.

   Finalmente, la ausencia de algunos corredores “guerreros” y los errores cometidos por otros participantes unidos a mis aciertos me han proporcionado un buen puesto. Mis temores se esfumaron y la ciudad de las tres CCC (cuarteles, conventos y colegios) y de las dos estaciones (la del tren e invierno) me ha proporcionado una carrera entretenida, variada, con muchos controles y bastante desnivel, aunque repartido. Además, la organización ha sido impecable, el clima mejor de lo que se pronosticaba e incluso parecía flotar en el ambiente la mirada sobria y estoica de los primeros pobladores de la urbe, seguramente preguntándose:¿Pero qué diantres hacen esos zagales corriendo con un pergamino en mano si no son perseguidos por sarracenos ni alimañas?”.

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domingo, 21 de octubre de 2012

EXPERIENCIA URBASA. DÍA 1

  Preliminares: Ya antes del verano se nos entregó información acerca de la competición II Trofeo Navarra de Orientación y la verdad es que eso olía a carrerón – carrerón…pero CARRERÓN con mayúsculas. Miro el calendario laboral, ¿tengo libres esos días? Pozi, perfecto. Citas de esas que se marcan en rojo y ya sólo falta cruzar los dedos para que no surja nada extraordinario que se cruce de por medio. Aunque parezca mentira esta iba a ser la primera vez que competía en estos parajes, diversos motivos relacionados con el trabajo mayoritariamente han hecho que me haya perdido un buen número de carreras organizadas en la sierra de Urbasa.

  La competición se desarrolló los días 12, 13 y 14 de octubre y la verdad es que, su completo programa, sus “extras” y por supuesto el espectacular entorno de la sierra de Urbasa, han marcado un antes y un después. Los organizadores principales han sido los socios del CDN (Club Deportivo Navarra) en su sección de orientación, si bien contaban con ayuda de gentes de otros clubes como el COAraba de Vitoria, el COBidea de Bilbao, el IMOS de Irún, el francés NORD, etc…La competición era valedera para los rankings de Liga Norte, Liga de Aquitania y O-Pyrene del 2012.

  Hay quien pudiera pensar que ofreciendo buenos terrenos, planos y trazados ya está todo hecho y, bueno, lo principal si lo está pero si se añaden buenos “extras” la cosa mejora y te deja mejor sabor de boca. ¿Qué extras hubo en esta prueba? Pues un montón, algunos los aprovechas y otros no…Por ejemplo, había planos de calentamiento de camino a la salida en la carrera del sábado y el domingo; seguimiento por gps de algunos corredores/as de élite; planos en gran formato para que los ganadores explicaran sus carreras; tiendas de productos relacionados con la orientación (no se suelen ver en las carreras de Liga Norte); carreras complementarias como un sprint nocturno y una trail-o, etc...

  Para mi esta era la gran cita del otoño, sin desdeñar otras pruebas, pero para un orientador como yo que no entrena físicamente todo lo que debiera, este tipo de carreras en las que no decide tanto la condición física como la técnica y la preparación mental son una buena oportunidad para hacer valer los factores a su favor como puede ser en mi caso las ganas de luchar hasta el final a pesar de los errores que se puedan ir cometiendo…y se comenten. En estos terrenos los errores son frecuentes así que quedan mejor clasificados quienes tienen menos, de menor importancia y quienes los resuelven de forma más rápida y solvente.

  La táctica (uso de diversas técnicas para unir los controles) es, en estas carreras, muy variada y cambiante a lo largo de todo el trazado. Ahora lectura precisa, ahora orientación somera siguiendo un rumbo o un elemento lineal, ahora un desvío voluntario, ahora un agrandamiento de control, ahora…y todo ello sabiendo en todo momento dónde estás. Por otra parte, la estrategia bajo mi punto de vista es clara: como van a ser carreras en las que se suceden situaciones en las que se puede correr mucho con otras en las que la carrera se ralentiza notablemente, cuando se pueda correr hay que darle a tope ya que no faltan ocasiones en las que se está medio parado, leyendo con detenimiento. Mentalmente conviene, más que nunca, hacer tu carrera sin dejarte influir por lo que hagan otros/as corredores/as y mantenerse emocionalmente estable para no hundirse tras haber cometido un error; al contrario, hay que canalizar la frustración y la ira para aprovecharlas en nuestro beneficio. A veces, un puntito de rabia, genio, auto-exigencia, puede sernos útil.

  Mañana del viernes 12 de octubre, buen tiempo, carrera en distancia Media-Sprint ???, plano en escala 1:4.000 y equidistancia de 2 metros. Término de Argibel, verdadero laberinto de caliza del que ni el hilo de Ariadna puede librarnos de la cornada del Minotauro que son los minutos que se pueden acumular si no nos entregamos al 100%. Esta zona ya había sido utilizada en otras pruebas pero con menos nivel de detalle.

Urbasa 2004 001

  En la nueva cartografía se ha trabajado con mucho detalle todo lo concerniente al relieve y a los elementos rocosos, sin embargo se ha obviado información relacionada con la vegetación. Por ejemplo, yo eché en falta una mancha de vegetación espesa en una depresión alargada que aparece al NO de mi control número 12, en la parte central Norte del plano. Dicha vegetación espesa si aparece en la versión anterior. Pero bueno, el mejor escritor echa un borrón y no creo que haya un cartógrafo que no haya tenido alguna vez un olvido. (Paski, no dejes de hacer planos…¡Por Dios!). Ciertos detalles como los pasillos estrechos impresos en un negro al 70% o los símbolos de cota sobre rocas que destacaban por su altura relativa a mi se me pasaron por alto durante la carrera. Tampoco me fijé en elementos como los árboles secos (aspas verdes).

Argibel, Urbasa 1

Yo comencé la carrera bastante acelerado, con el chip de una carrera habitual, pero pronto me di cuenta de que esta no iba a ser una carrera “normal” en absoluto. Primera baliza, primer error; afortunadamente relocalizo, no sin cierta dificultad, y sigo. Segunda baliza, segundo error; me meto en todo el laberinto sin leer, como esperando a que la baliza salga a mi encuentro a cogerme de la mano. Salgo de nuevo de la zona con más roca, relocalizo como puedo y ya entro con algo más de sentido común y leyendo; a partir de aquí la carrera ya discurre por cauces más normales, de forma intensa pero sin errores. Se dispusieron algunos controles estilo microsprint, con balizas “trampa” pero no se me dieron mal. ¡Qué pena haber necesitado dos errores nada más empezar para darme cuenta de qué reto estaba asumiendo y que había que estar muy fino para no acumular minutos a lo tonto!

   El “aterrizaje” en Urbasa no se dió mal del todo para mi pero si se pudieron ver muchos rostros de contrariedad en otros participantes por el tiempo perdido debido a diversos factores como el no adaptarse a la escala del plano, no haber entendido bien la dinámica de los controles tipo microsprint, no haber leído la información previa respecto a las particularidades de la cartografía, etc..Ya sabemos que los orientadores somos muy exigentes con nosotros mismos y juzgamos con severidad nuestros olvidos, falta de paciencia, etc.; afortunadamente, el entorno de Urbasa y la esperanza de hacerlo mejor en los días siguientes hizo volver la sonrisa.

Camping Bioitza 001

  El viernes por la tarde se disputó un sprint nocturno en el interior del camping Bioitza, punto de encuentro de muchos participantes. La escala del plano era 1:1.500 y la equidistancia de 2,5 m. Yo me había apuntado pero al llegar la hora de la salida vi que no había sido muy buena idea ya que no había llevado un buen frontal, iba a empapar el calzado de orientación que ya había secado para el día siguiente y, encima, desoyendo los consejos que siempre nos dan las madres acerca de ponernos ropa para no enfriarnos, yo salí con una camiseta calada sin más, así que me agarré un pequeño constipado. Mi impresión tras acabar la carrera es que había ido dando palos de ciego. Sobre todo en la zona Norte, más agreste, orientarse, desplazarse e intentar identificar los elementos con menos luz de la que proporciona una vela, era una tarea harto complicada. Finalmente sólo me equivoqué en un control y otro que no piqué porque no estaba bien puesta. Era la baliza 15, colocada dos rocas más al Este…y yo me fui sin picarla.

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EXPERIENCIA URBASA. DÍA 2

   El día amanece frío, en la madrugada se han alcanzado temperaturas muy bajas, pero poco a poco el sol se abre camino en el cielo a través de las nubes. La distancia de la presalida a la salida no es muy larga pero el tiempo programado para cubrirla está muy ajustado, tanto que llego a la salida sólo 3 minutos antes de entrar en la primer área de salida, aquella en la que se limpia y comprueba la pinza electrónica. ¡Pufff! Sólo 3 minutos para deshacerme de una molesta carga…busco un poco de vegetación espesa y ahí queda el montón de abono y nutrientes (tan útiles fuera y tan incómodos dentro); oigo mi nombre y llego justito antes de pasar al área en la que se toma la descripción de controles. ¡¡¡MISIÓN CUMPLIDA!!!

   Con las manos algo entumecidas por el fresco de la mañana comienzo la carrera. El cerebro también está algo entumecido. Primer control cortito y sin problemas, el segundo es más largo así que tomo un rumbo de referencia y me voy apoyando en diversos elementos para alcanzar mi objetivo con éxito, con el tercero llega mi primer error de la carrera: En el segundo control he alcanzado a un corredor de mi categoría, este hecho añadido al de no tener la seguridad de haber introducido la pinza en la estación me desconcentra bastante; afortunadamente voy a lo mío y pierdo el contacto visual con dicho corredor, navego bien por el hayedo pero al llegar al límite de la vegetación espesa la escasa visibilidad me hace confundir algunas depresiones y giro equivocadamente a mi derecha, las cosas no me cuadran y aparece un corredor de mi club que me dice “ahí está la curva del camino”. “Ah, vale” contesto, pero en mi interior me digo “¿ A qué camino se refiere ?” Tardo en relocalizar, pero una vez lo hago me lanzo a por el control. Total, unos 5-6 minutos perdidos.

   No le doy demasiada importancia a esta pérdida, se disputa la carrera en distancia larga y el error no se me antoja de gravedad, hay mucha prueba por delante, para bien o para mal. Y en el siguiente control sería para mal ya que, de nuevo, la escasa visibilidad me torna inseguro y vuelvo a perder algo de tiempo, no demasiado. Al picar el 4º control me da alcance una corredora de la categoría Damas Élite; su larga y rubia melena recogida en una cola de caballo así como su pálida tez y sus ojos claros parecen indicar que su origen es nórdico. Comete un pequeño error y yo pico el siguiente control por delante de ella, en el 6º es al revés, recorto su ventaja en el 7º y picamos seguidos, ya camino del 8º control nos separamos, yo decido bordear la mancha rocosa por el Oeste y ella por el Este.

Bentakaita 001

   En esa zona del 8º control las moles calizas son enormes y los pasos entre ellas muy angostos. Pruebo a meterme en el berengenal esperando que aparezca la baliza como por arte de magia y, claro, no aparece, así que vuelvo a salir y ahora pruebo a entrar leyendo con más detenimiento. En un pis-pas nos reunimos un montón de corredores y la picamos uno tras otro. Al salir de nuevo, me digo a mi mismo que no me puedo permitir de nuevo confiar tanto en la suerte y que he de tener la seguridad de dónde estoy en cada momento, pero ¡Oh, cabezón de mí! Me lanzo en apresurada e insegura carrera en pos del siguiente control como quien llevara al mismo Belcebú tras de sí. Al menos el 9º control se sitúa en el límite de una zona rocosa y esto me ayuda a llegar al mismo, aunque mi camino ha sido errático y dubitativo por momentos. Dicha situación se repetiría en el control 11, donde conté con la ayuda de un corredor que al verme un tanto despistado me indica nuestra ubicación; en ningún momento requerí su ayuda pero tampoco la rechacé y agradecí el detalle.

   Por fin salgo de la zona más técnica, pero aún queda mucho recorrido por delante así que me lanzo a por los siguientes controles con determinación aunque sin la chispa física inicial ya que llevo una hora de carrera y el sprint de la noche anterior pasa factura. Una pequeña confusión me hace perder un minutillo en el control 14 pero ya no cometo más fallos en el resto de la prueba. Al salir del control 15 me alcanza de nuevo la corredora nórdica, se ve que a ella tampoco se le han dado bien los controles más técnicos. Nos juntamos varios participantes en los siguientes controles pero de camino al punto 18 vuelvo a verme solo. Los cinco últimos controles los hago a buen ritmo ya que he sido alcanzado por dos corredores de mi categoría y no quiero quedarme atrás.

   El balance de esta prueba es el más negativo del fin de semana ya que acumulo entre quince y veinte minutos en errores sumados entre los puntos 3, 4, 8, 9, 11 y 14. Esto me hace caer un par de puestos en la clasificación general por suma de tiempos. No enfoqué esta carrera con el debido respeto, me desconcentré en algunos momentos clave, me confié en algunas situaciones y, además, no sabía que el día anterior había obtenido un buen puesto por lo que no tenía la motivación adecuada para dedicarme a la tarea debidamente. Tampoco tuve en cuenta el consejo de la organización de llevar conmigo una lupa para leer las zonas técnicas de roca y la verdad es que la eché en falta. De todos modos disfruté mucho y la sensación final tampoco fue de hecatombe total.

  Moretutxo 001 

   El sábado por la tarde me fui con un compañero de mi club para realizar una prueba de Trail-O u orientación de precisión mientras otros compañeros y amigos se fueron a ver el nacedero de Urrederra. Tengo una visita pendiente a ese lugar.

   Era mi primera experiencia en un Trail-O pero conocía a grandes rasgos su funcionamiento. Aun así había ciertas particularidades que no conocía y eso me hizo equivocarme al dar la respuesta adecuada. La prueba me pareció interesante y nada sencilla, si tengo oportunidad de repetir lo haré.

   Se realizaba a mitad de “carrera” un ejercicio cronometrado muy chulo pero en el que te veías sometido a cierta presión. De todos modos no fue nada estresante. Finalmente tuve once aciertos de quince posibles pero seguro que la próxima vez lo hago mejor…o eso espero.

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EXPERIENCIA URBASA. DÍA 3

   Llegó el domingo y con él la última prueba que se va a disputar en un plano conocido como Bargagain en escala 1:7.500 con equidistancia de 5 metros y con el gran aliciente de la zona conocida como “ciudad encantada”, por lo que se esperan grandes formaciones pétreas de caliza concentradas en zonas técnicas. El camino a la salida es largo y su propósito es restar desnivel a los trazados así como acercarnos a la ciudad encantada para empezar por todo lo alto a nivel técnico. Con un plano de calentamiento en la mano, algunos participantes nos salimos del camino balizado hacia la salida para irnos acostumbrando a la lectura de elementos rocosos y particularidades del relieve.

   Mi puesto en la clasificación es prometedor a pesar de la mala carrera del sábado, así que decido apostar fuerte por la última carrera y combatir hasta el final dando lo mejor de mi. Nada más empezar… ¡¡¡ZASCA, EN TODA LA BOCA!!! Miro el primer control, miro el triángulo y veo que no es necesario pasar por este para dirigirse a la baliza, aun así pienso en una posible descalificación por parte de algún juez controlador mimetizado con las rocas y el musgo de algún cortado así que me dirijo al triángulo como un buen orientador sólo para reafirmarme en la postura de que el mejor camino al primer control es por abajo. Resultado: Más de medio minuto tirado a la basura.

   Voy uniendo controles sin mayor novedad ya que la lectura del plano es muy cómoda con la escala a la que ha sido impreso; se ven los detalles perfectamente. Así hasta el sexto control. Situado al Sur del mismo, dentro del círculo, al pie de un cortado bastante alto veo el árbol aislado que es el elemento balizado e incluso la baliza y el código de control. Vale, ahora sólo hay que ver cómo llegar hasta la baliza. Veo a un corredor adentrarse en una especie de grieta a mi derecha pero a mi no me convence el plan y me dirijo a la izquierda viéndome envuelto en un ejercicio de escalada con uñas y dientes, superando peligrosos obstáculos y acumulando segundos a mi cuenta particular, eso sí con la seguridad que da el saber dónde está mi objetivo aunque lo perdí de vista por bastante tiempo.

   El 7º control no está lejos y decido subir más al Norte para bordear una zona abrupta con muy mala pinta. Causa bastante impotencia como orientador el saber en todo momento dónde estás, dónde ha de estar tu próximo control y encontrar una gran dificultad para desplazarte hasta acercarte al mismo. Dificultad y sensación de falta de seguridad, ya que aunque somos nosotros quienes decidimos el nivel de riesgo que queremos asumir, este viene muy condicionado por la situación de los controles. Los controles han de ser técnicamente dificultosos si así se quiere pero no difíciles porque sea complicado acceder a ellos. Yo no perdí mucho tiempo en los controles 6 y 7 (118 y 119) pero estoy seguro que fueron aquellos en que más corredores se vieron en apuros y se oyeron más blasfemias y palabras malsonantes.

Bargagain 001

  Tras el paso por este mal trago se inicia un descenso progresivo hacia la meta pasando por controles a media ladera del gran hayedo. A priori parece que la carrera ha ser más rápida y fluida pero, al contrario, se torna penosa y entrecortada por los fragmentos de roca que tapizan el suelo hasta el control 11.

   Una bajada prolongada me coloca de nuevo en una zona técnica cercana a la meta. Toca afinar otra vez, tener cuidado al leer para no fallar y elegir bien el camino entre grandes elementos rocosos para no verme atascado en algún vericueto laberíntico y calizo.

    Supero dos controles técnicos sin problema y me lanzo a por los dos últimos controles a muerte para rebajar el crono todo lo que sea posible. Finalmente he conseguido el mejor resultado parcial de todas las competiciones y he subido seis puestos en la general de la suma de tiempos colocándome en el quinto puesto de la categoría H-35. Un buen resultado para rematar tres días inolvidables. El podio ha quedado a pocos minutos y yo he malgastado bastantes, sobre todo en la carrera del sábado, pero no es cuestión de lamentarse sino de sentirse satisfecho.

   Conclusiones personales:

- Terreno impresionante y sobrecogedor, variado y exigente desde un punto de vista técnico. Me gustaría visitarlo con el otoño más avanzado y contemplar los amarillos, marrones, naranjas…de las hayas. ¿Quién sabe?

- Un programa de competición nutrido, variado y desafiante.

- Cartografía de sobresaliente bajo, yo le doy un 9; falta un puntito para el 10 por algunos despistes y diferencias de criterio con el autor al tratar algunos elementos concretos; tampoco me gustan los desvíos de la “norma” tan frecuentes en Paski y que pueden confundir más que ayudar al orientador, en caso de que se tengan en cuenta ya que, al no ser frecuentes y muy específicos, se nos pueden pasar por alto. Sin embargo el trabajo de las zonas de elementos rocosos es alucinante.

- Trazados muy buenos en general. Me gustó mucho el del viernes, los otros eran buenos pero más previsibles.

- Buena atención a los participantes: Parking, avituallamientos, clasificaciones, etc.. Y, globalmente, una de las mejores competiciones a las que he podido asistir en mucho tiempo. Enhorabuena a la organización y por mi parte espero volver a competir en Urbasa más pronto que tarde…¡ahora que parece que le he cogido el tranquillo!

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lunes, 8 de octubre de 2012

Urbana COV 25º Aniversario

   El Club de Orientación Valladolid (COV) cumple 25 años y con tal motivo organizaron una interesante prueba urbana el sábado 6 de octubre en las márgenes del río Pisuerga. Más que un entorno urbano, el plano representaba un gran parque con zonas ajardinadas, otras con instalaciones deportivas, otras más silvestres y algunos edificios. El plano, en escala 1:4.000 y equidistancia de 2,5 metros, está elaborado por Viktor Dobretsov lo que implica alto nivel de detalle y un dibujo preciso; es un placer recrearse en las filigranas plásticas de este cartógrafo. La maquetación del plano, pocas veces comentada, también está a la altura del plano y de la ocasión.

   La organización de la prueba estaba bien “vestida” y la atención y servicio a los participantes fue sobresaliente; todo ello acompañado de buen clima y una temperatura muy agradable hicieron las delicias de propios y extraños. Extrañados, que no extraños, se quedaban aquellos que veían las evoluciones de orientadores y orientadoras: ¿Qué llevan en la mano? Parece un plano, ¿qué buscan? Ah mira, hacen algo en esos trapos blancos y naranjas…

   Yo acudí a la prueba “raro”, raro de mente, de ánimo, de todo. Pero, ¿qué tendrá la orientación? que, es verte en zona de carrera con los objetos que nos caracterizan, ver el reloj de salida, oir el pi,pi,piiiii, y todo cambia, todo adquiere sentido, el reto por delante, el desafío, la tarea que cumplir, los objetivos a alcanzar, te sumerges en el plano e interpretándolo el tiempo y el espacio son tuyos…o no. Si, sé que mi recorrido tiene más de seis kilómetros pero las características del terreno te hacen correr como si de un sprint se tratara, pero no es un sprint, así que coge un ritmo adecuado, intenta anticipar, lee todo con cuidado y ¡adelante! No pares, sigue, sigue…

Pisuerga 001

   Proliferan los tramos en los que deseas tener más piernas y más “motor”, pero menos kilos. Pero te das cuenta de que lo que tienes es lo que hay, así que aprovéchalo y arrea que los segundos vuelan. Al principio la cabeza rige bastante bien, pero pasan los minutos y los kilómetros y ya la cosa cambia. ¿He picado la 24? ¿A cual voy ahora? ¿Cual era el código de la siguiente? ¿Y esto de dónde ha salido? ¡Cuidado! Un perro…; hasta que ya te percatas de que te faltan sólo dos controles, de que ya acabas, y te dices: “Venga, ahora no la cagues y aprieta”. Y picas la última y esprintas como un loco y picas la meta y te acuerdas de golpe de los errores, y piensas que podrías haber corrido más porque no has terminado tan mal físicamente, y tienes unas ganas irracionales por saber qué tiempo has hecho y cómo vas en la clasificación, etc.., etc..

   Bueno, yo me tuve que marchar rápidamente porque tenía que irme a trabajar, así que no pude disfrutar como me gusta del post-carrera ni sé cómo terminé en la clasificación, pero no pasa nada, para eso está internet. Me quedo con que disfruté de una prueba amena y bien organizada, diferente a lo que estamos acostumbrados.

   Para finalizar este post, me gustaría agradecer a mis compañeros de club el que me permitieran participar en esta prueba mientras ellos se quedaban a organizar una prueba para escolares en Aranda de Duero, espero que mi ausencia no se notara y que fuera todo bien.

Pisuerga 001  Esta fue la parte del plano más complicada, en la que los participantes perdimos más tiempo.

www.covalladolid.org

TROFEO IBÉRICO 2012. QUIAIOS.

  Edición portuguesa del Trofeo Ibérico 2012 en Quiaios organizada por el club G.C.F. de Figueira da Foz. Programa cargado de pruebas interesantes: Sábado 29, una media por la mañana cerca de Quiaios y un sprint por la tarde en Montemor o Velho; Domingo 30, distancia larga junto a la playa de Quiaios.

  Mis compañeros prefirieron prescindir de correr el sprint ya que a todos nos gustan más las carreras de bosque y un sprint urbano o en parque tiene que hacerse en un lugar muy especial para que suponga un verdadero reto y por tanto merezca la pena. ¿La alternativa? Pues con el alojamiento a 50 metros del mar, sol y buena temperatura…

  MEDIA: Para la carrera en distancia media se aprovecha la parte más limpia de un pinar cercano a unas instalaciones deportivas que ofrecen la infraestructura ideal como zona de competición. En el plano se puede ver cómo los controles se colocaron en la zona más “blanca”, mientras que la zona más al Oeste, más abierta y “rayada”, no se utiliza.

TI Media Portugal

  La filosofía del trazado es simple, muchos controles y muy juntos, carrera histérica en la que los errores vienen por precipitación, mala salida de los controles, falta de concentración, etc.. Aparte de mini-pérdidas yo dejé un par de minutos en el tramo 10-11 por no respetar el rumbo y no leer un punto verde en la misma circunferencia del control que era clave y otros 4 minutos en el tramo 15-16 por no respetar el rumbo, dejarme llevar por otros corredores, no haber leído bien el plano, etc..

  Más o menos a media carrera se pasaba por una baliza del espectador sita en un campo de fútbol y la verdad es que esto desconcentraba bastante porque no estaba muy bien señalizada la entrada y la salida. Por esto y por el cansancio acumulado yo invertí demasiado tiempo en el punto 15 y me desvié y perdí mucho tiempo en el punto 16, afortunadamente luego volví a tomar el pulso a la carrera terminando sin mayor problema.

  Como ya he dicho, por la tarde hubo tiempo para el descanso y la playa, aunque bañarse era complicado ya que el oleaje era continuo y barría la plataforma en sentido circular y con bastante fuerza, así que de baño relajado nada sino que había que estar pendiente de las olas que en ocasiones venían con fuerza suficiente como para darte un revolcón y rebozarte en arena. Yo me lo pasé bien recordando mis veranos en la costa vasca. Por la noche nos juntamos unos cuantos personajes para visitar Figueira da Foz y cenar allí junto al casino, en el restaurante Caçerola 2, especialista en pescados y mariscos.

  LARGA: La zona de competición de esta carrera estaba a unos 200 metros de nuestro alojamiento, así que nos cambiamos en el mismo apartamento y no tuvimos que mover el coche. El recorrido podía dividirse en dos partes bien diferenciadas, una más interior con un bosque de pinos muy sucio en el que era difícil correr por haber muchas ramas, maleza, etc.. y otra más cercana al mar con más vegetación espesa y más arena. En la primera zona los tramos entre controles eran más largos y favorecían más elecciones de ruta mientras que en la segunda las balizas estaban más cercanas entre si y el tema iba de sortear los verdes.

TI Larga Portugal

  Mi compañero de equipo y categoría Edu salía sólo cuatro minutos por detrás de mí así que me cogió en el punto 3, que yo fallé un par de minutos, luego llegamos a la vez al punto 4, si bien él eligió ir por el camino del Oeste y yo más recto, en el punto 5 nos despistamos ambos ya que costaba interpretar el relieve y finalmente piqué yo casi un minuto antes que él; ya no le vi hasta los bucles del final, junto a la playa. Yo hice mal el tramo 6-7 porque fui más recto comiéndome brezos y otros arbustos; sin embargo Edu fue por el camino, así que yo creo que en ese tramo me volvió a pasar.

  Hice bastante mal el tramo 8-9 y después no recuerdo haber cometido grandes errores. Finalmente la carrera se me hizo bastante larga y agotadora por tener que correr con tanta arena, ramas y arbustos; pero bueno, el balance general del fin de semana fue excelente ya que gozamos de un clima soleado y con buena temperatura mientras que en Aranda el otoño llegó con toda la parafernalia de lluvia y viento; carreras bien organizadas en general, playita y, por supuesto, ni hambre ni sed (nos juntamos el sábado gentes de Navalcán, Toledo, León, Valladolid y Aranda que, con un kilo de cecina de León, un queso y un salchichón nos pusimos como el “Tenazas” ¡Madre de Dios, qué homenajes!).

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