martes, 5 de agosto de 2014

ORIENTACIÓN Y ENFERMEDAD, y 3. EL CASO DE LAS MUERTES SÚBITAS.

   Desde el año 1979 hasta el 1992, en el que se registró el último caso, se dieron en Suecia multitud de inesperadas muertes súbitas entre una población de orientadores jóvenes y de élite. La causa de dichas muertes no ha dejado de ser casi un misterio a día de hoy. Esta falta de seguridad a la hora de elaborar un diagnóstico claro e inequívoco provocó el que algunos especularan con la posibilidad de que dichos deportistas hubieran fallecido por estar sometiéndose a peligrosos tratamientos considerados como doping, lo cual vino a perjudicar la imagen del deporte en general y de la orientación en general. En este caso, la baja popularidad de la orientación en nuestro entorno impidió que el caso causara una mayor alarma social si bien algo si que “salpicó” a pesar de todo y, en la memoria de algunas personas, aun persiste la idea de que la orientación es ese deporte en el cual murieron de forma sospechosa varios de sus practicantes. Con esta entrada trataré de arrojar un poco de luz acerca de este controvertido caso.

  Con la autopsia de uno de los últimos orientadores suecos fallecidos se llegó a la conclusión de que la causa de la muerte súbita era una miocarditis (inflamación del músculo cardiaco) causada por una infección de Chlamydia Pneumoniae. Fueron muchas las pruebas y test realizados tanto en Suecia, como en Noruega y Dinamarca por parte de sus federaciones nacionales para analizar posibles infecciones, incidencia de las mismas, posibles soluciones, etc. Por ejemplo, se realizó una completa encuesta (SJO, primavera 1996, pag. 3-8) a una población de orientadores suecos, tanto de élite como de otros niveles menos exigentes. La conclusión obtenida fue que, en su opinión, las muertes se debieron a que los afectados continuaron entrenando de forma habitual e intensa a pesar de sufrir algún proceso que afectaba a las vías respiratorias a la vez que se daban síntomas cardiacos como dolor en el pecho, palpitaciones o taquicardia. Así pues el consejo inmediato fue el que se cesara toda actividad física ante síntomas como los citados y, en general, si se padecía cualquier proceso que afectara a las vías respiratorias, fuese cual fuese la causa, desde un vulgar resfriado a una gripe.

  En 1997, el Dr. Gabriel Anestad del departamento de virología del Instituto Nacional de Salud Pública de Oslo, Noruega, expuso una serie de posibles causas que explicaran las muertes súbitas inesperadas desde una perspectiva microbiológica (SJO, otoño 1997, pag. 74-75). Para empezar, este cardiólogo cita como causa de las muertes una cardiomiopatía (diferentes enfermedades degenerativas del músculo cardiaco) que, a diferencia de la miocarditis, no implica una inflamación del músculo cardíaco; si bien ésta se encontró entre un 10 y un 20 % de los casos y en un 60% al hacer las autopsias a los orientadores suecos.

  Relación de microbios que pueden causar miocarditis y la muerte súbita según el Dr. Anestad:

1.- Cualquier infección que provoque fiebre puede complicarse con miocarditis (infección de estreptococos, mononucleosis, gripe…). Por tanto, no es recomendable el practicar mucho ejercicio durante episodios febriles.

2.- Enterovirus. Este grupo incluye el virus de la poliomielitis, el virus ECHO y los virus Coxackie A y B. Las epidemias por estos enterovirus se dan casi todos los años en Escandinavia, generalmente a finales de verano y en otoño. El virus Coxackie B tiene especial predilección por el músculo cardiaco y a menudo causa miocarditis. Este es un virus con un periodo latente muy corto (1-2 semanas) por lo que se podría excluir como causa de estas muertes súbitas en concreto.

3.- Borrelia burgdorferi (Enfermedad de Lyme). Además de encefalitis (infección en el sistema nervioso central), esta bacteria, transmitida por las garrapatas, puede causar miocarditis. Todas las muestras de sangre tomadas a los orientadores suecos dieron negativa en presencia de esta bacteria. La enfermedad de Lyme aparece comentada en la entrada anterior de ORIENTACIÓN Y ENFERMEDAD.

4.- Chlamydia psittaci (psitacosis) puede causar miocarditis, a menudo en conjunción con una neumonía. Esta bacteria es transmitida por pájaros, en particular loros y periquitos. Dicha infección no se da normalmente en Escandinavia.

5.- Chlamydia pneumoniae (TWAR). Esta bacteria tiene una amplia distribución mundial. La infección se manifiesta generalmente en el tracto respiratorio y algunas veces puede causar neumonía. Sin embargo la mayor parte de las infecciones no son reconocidas. Nunca se han detectado muertes por esta bacteria en Noruega.

6.- HIV/SIDA. La acción de este virus puede complicarse con miocarditis.

7.- Arbovirus. Estos virus utilizan las garrapatas y mosquitos como vectores. En este grupo de virus hay gran variedad de virus diferentes que suelen causar infecciones sistémicas con encefalitis como la más común manifestación clínica pero también se dan con frecuencia síntomas en otros órganos. Es obvio que en este grupo de los arbovirus hay muchos virus sin descubrir.

  La conclusión final del Dr. Anestad es que si las muertes súbitas de los orientadores noruegos tuvieron una sola causa ésta debió ser la infección por parte de un arbovirus con una fuerte predilección por el músculo cardíaco. Y nuestra moraleja en todo este asunto de cara a prevenir males mayores debe ser el que si tenemos cualquier episodio de infección en las vías respiratorias, y mucho más si viene acompañado de síntomas cardíacos, debemos cesar inmediatamente los entrenamientos y competiciones y acudir al médico para que sea quien diagnostique la enfermedad y nos diga cómo tratarla así como cuando podemos reanudar los entrenamientos. Es triste perder el ritmo de entrenamientos y la forma física adecuada pero es peor perder la vida.

ORIENTACIÓN Y ENFERMEDAD, 2. LA ENFERMEDAD DE LYME.

   La enfermedad de Lyme o Lyme-Borreliosis es conocida como enfermedad con entidad propia desde finales de los setenta. Fue Allan Steere quien la describió en primer lugar como “Lyme-artritis”, y fue Willy Burgdorfer en 1981 quien la identificó como una infección bacteriana (Borrelia burrBorrelis burgdorferi) transmitida por las garrapatas (Ixodes ricinus). La manifestación clínica clásica se caracteriza por una marca en la piel que emerge a los pocos días de haberse dado la picadura de la garrapata (Erythema migrans, que se desarrolla como una marca roja con forma de anillo). Aunque no se trate, el erythema migrans puede desaparecer, pero de semanas a meses más tarde se pueden dar manifestaciones reumatológicas como la artritis, o el paciente puede sufrir problemas en su sistema nervioso tales como la inflamación de las raíces nerviosas o meningoencefalitis, y raramente arritmia cardíaca. Si se aplica un tratamiento con antibióticos tras la aparición del erythema migrans se puede eliminar, o al menos reducir, la posibilidad de que se presenten posteriormente complicaciones con síntomas reumatológicos crónicos o manifestaciones neurológicas. La artritis sufrida en estos casos es generalmente oligoarticular y recurrente, pudiendo devenir crónica y erosiva; afecta sobre todo a las articulaciones de la rodilla.

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   Sin embargo, el haber sufrido una o varias picaduras de garrapata no implica el haber sido infectado/a ni el tener que sufrir los efectos de la infección necesariamente. En primer lugar hay que tener en cuenta el que no todas las garrapatas son huéspedes de la bacteria borrelia; por ejemplo, hace dos décadas se estimaba que sólo del 5 al 30% de las garrapatas de Suiza podían transmitir dicha bacteria. Geográficamente, la enfermedad parece tener una distribución amplia y constante por toda Europa, sin embargo, en los Estados Unidos la enfermedad parece confinada a tres zonas específicas (Costa Noreste, MedioOeste y California). Por otra parte, hay que tener en cuenta el que los porcentajes de anticuerpos específicos en sangre de individuos incluidos en un grupo de riesgo como somos los practicantes habituales de la orientación son altos en comparación con otros individuos. No obstante, la existencia de anticuerpos no implica el no desarrollar síntomas de la enfermedad de Lyme.

lazo verde

   Otra variable a tener en cuenta es el cambio que se puede dar en la población de garrapatas y en la proliferación de bacterias año tras año. Y otra es la “fuerza de atracción” individual a la picadura de la garrapata. Algunos estudios citan el que los individuos que no fijan el zinc en el organismo (oligoelemento metálico) son más propensos a sufrir estas picaduras. ¿Se puede dar esta enfermedad en España? Por supuesto. Y es conveniente saber que las garrapatas aparecen con más frecuencia en ecosistemas húmedos con temperatura suave y frecuentados por animales, tanto silvestres (ciervos, corzos, etc.) como domésticos (vacas, ovejas, etc.); y que suelen esperar a estos ocultas en la vegetación  herbácea más densa.

   ¿Qué acciones preventivas se pueden tomar para evitar esta enfermedad? En primer lugar elegir una equipación adecuada que cubra toda la superficie de la piel en piernas y tronco, al menos. Además, si somos propensos a sufrir las picaduras de las garrapatas, es conveniente el uso de algún repelente específico o de alguno genérico para insectos. También deberíamos acostumbrarnos a un protocolo de búsqueda de picaduras por toda la superficie de la piel, en especial en aquellas partes del cuerpo en las que la piel es más fina (reverso de codos y rodillas, zona genital, etc.). Y no debemos descartar la idea de llevar a carreras y entrenamientos un pequeño botiquín que incluya unas pinzas adecuadas para sacar las garrapatas que pretendan introducirse bajo la piel. Esta operación ha de realizarse con sumo cuidado ya que hay que asegurarse de que no dejamos dentro la cabeza del parásito.

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   ¿Cuándo debemos pensar que hemos sido infectados y ponernos en manos de un doctor? Si detectamos en alguna parte de nuestra superficie cutánea un erythema migrans, (recuérdese, un anillo rojizo) y más si, tras la picadura, sufrimos síntomas similares a los de una gripe (fiebre, dolor de cabeza, malestar) es muy probable el que se tenga que iniciar un tratamiento con antibióticos. Recuerdo que no es cuestión de dejarse llevar por pensamientos hipocondriacos y paranoides sino de hacer acopio de información acerca de las enfermedades que nos pueden aquejar para poder prevenir y actuar en caso de contagio.

  Enlaces de interés:

https://www.facebook.com/carla.guillenescriba.9?hc_location=friend_browser&fref=pymk  Enlaces de interés a través de una afectada que muchos conocéis.

http://es.wikipedia.org/wiki/Enfermedad_de_Lyme

http://www.aldf.com/pdf/Enfermedad_de_Lyme.pdf