martes, 13 de abril de 2010

MARTES Y TRECE...

Pues si, si que nos embarcamos en una ruta con la bici de montaña.
Unos cuantos apañeros del curro, aficionados a salir con la burra por esos caminos de Dios, nos hemos juntado para hacer una ruta larga a través del río Duero. Unos han salido desde Aranda, otros desde Fuentespina y yo desde Quemada pero, al final, nos hemos unido al completo en un alto entre Vadocondes y Santa Cruz de la Salceda. A partir de ahí la ruta discurría entre cultivos de secano y encinares hasta llegar a la ermita de la Virgen de la Cueva.
Este lugar, hoy día muy restaurado y acondicionado, dicen es dónde las hijas del Cid, doña Elvira y doña Sol (que realmente se llamaban María y Cristina), vieron su honra mancillada por sus maridos, los infantes de Carrión. Auxiliadas por un primo del Cid, fueron llevadas por Langa de Duero hasta San Esteban de Gormaz.
Y tras visitar la ermita, nosotros seguimos hasta Langa, de donde un miembro del grupo es natural y pone a nuestra disposición un merendero en el cual asamos unos productos del cerdo para alimentar nuestros necesitados cuerpos. Y así entre tragos de vino y bocados de panceta pasamos un agradable ratillo. Una vez repuestos retomamos la ruta que, esta vez, sigue el discurrir del GR14, gran recorrido marcado por la margen izquierda del río Duero.
Este recorrido ha sido acondicionado echando una capa de grava caliza sobre el sendero, así como con la colocación de puentecillos y fijación del firme dónde se ha considerado necesario. Lamentablemente, la cercanía del padre Duero ha removido con sus crecidas buena parte del suelo, así como árboles y arbustos que, en ocasiones, bloquean el sendero.
Al pasar junto al caserío de La Vid aparece un gato negro, que tal vez nos dé mala suerte, lo que si es seguro es que él se ha llevado un buen susto. Pasamos Guma y llegamos a Vadocondes donde me separo del grupo para volver a Quemada. Esta era la segunda vez en lo que va de año que cogía la bici de montaña, y es que no ha estado el clima para muchas alegrías. He de revisar los cambios, que no van muy bien y también tengo que habituar más al cuerpo a este tipo de ejercicio, ya que parecía que no me iban muy bien las piernas para llevar un ritmo medio-alto.

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