domingo, 29 de julio de 2012

En la comarca de la Vera, Cáceres

    El domingo 8 de julio Pepe el electrónico nos invitó a varios compañeros a disfrutar de una jornada multideportiva, que comenzamos con una ruta en bici de montaña por las hoces del Riaza, más tarde piscina, comida, relax, frontenis y ping-pong, minimotos en circuito y cena. Un domingo completito. Poco antes de cenar Manuel (es un compañero de trabajo muy aficionado al ciclismo que forma parte del grupo con el que salgo de ruta alguna vez) mencionó que tenía intención de ir al pueblo de su padre, en el cual podría hacer uso de la casa de sus abuelos en Losar de la Vera, y que si alguien quería ir.

   Y allá que nos fuimos. Yo no conocía esa zona y la verdad es que me apetecía bastante porque ya había oído hablar de sus virtudes. El martes siguiente partimos hacia Losar vía Segovia, Ávila, Puerto del Pico, etc.. Pepe fue en su moto de trail y Manolo vino en mi coche y con las bicis de montaña. Paramos en un restaurante nuevo justo antes de iniciar el descenso del puerto del Pico y las vistas desde ahí eran impresionantes. Ya en Losar lo primero que hicimos fue dejar las bicis a buen recaudo, hacer algo de compra y luego irnos a bañar la garganta de Cuartos, junto a la carretera. Como había bastante gente Manuel nos llevó a otras zonas profundas río arriba. El agua era cálida y cristalina, todo un placer; se podían ver los peces nadando junto a uno.

 imagesCAF4UWUI                                           Luego cogimos la bici y Manuel nos llevó a dar una vuelta tranquila por el pueblo y luego bajamos hasta otra garganta en la que se había construido una piscina natural embalsando el agua del río. Como ya nos habíamos bañado y en esta zona daba la sombra casi todo el día ya no nos bañamos más. Según nos dijo ésta era la preferida en esos tórridos días de verano con temperaturas entre los 35 y los 40 grados centígrados. Había un chiringuito al lado mismito y ya aprovechamos para tomar una caña con limón y unas patatas fritas.imagesCA2D0CJ9

   Al día siguiente hicimos una interesante ruta con la bici de montaña por la zona pasando por Jarandilla de la Vera, donde vimos un viejo puente y otra balsa artificial para bañarse, después iniciamos un tramo en descenso siguiendo el valle de un tributario del Tiétar donde abundaban los bosques de roble, luego subimos hacia Jaraiz de la Vera (villa famosa por su ricos embutidos) desde donde accedimos a un embalse y de allí al monasterio de Yuste, donde aprovechamos a comer. Desde allí descendimos hacia Cuacos de Yuste, una población muy interesante, y desde allí fuimos hacia Jarandilla por la ruta de Carlos V, que es un camino bastante basto formado por grandes piedras redondeadas sacadas de las gargantas. En dicha ruta las subidas eran complicadas y las bajadas lo hubieran sido de no ser por la doble suspensión de mi bici pero Pepe temía perder el GPS del manillar con tanto traqueteo. Al llegar a Jarandilla Pepe y yo nos quedamos en la balsa que vimos antes pero Manuel quería entrenar de cara a clásicas veraniegas de bici de carretera, así que subió de Jarandilla a Guijo de Santa Bárbara bajando por otra carretera hasta dónde estábamos nosotros. Ya reunidos volvimos hacia Losar y bajamos a la piscina natural donde estuvimos el día anterior porque desde allí partía un camino que Manuel no sabía dónde llegaba y tenía curiosidad por saberlo. Manuel y Pepe se lanzaron a la aventura haciendo una larga ascensión y yo me quedé dándome un refrescante baño.

   Una vez reunidos, ellos también se dieron un baño y me contaron que no llegaron al final del camino, que éste continuaba pero que lo dejaron cuando comenzó a descender, así que ya teníamos ruta para el día siguiente. Tras el baño, tomamos una clara y me comentaron que el camino ascendía los primeros 4 kilómetros con un alto porcentaje y que después ya suavizaba levemente. También me dijeron que el camino estaba pavimentado con hormigón en las partes más empinadas para evitar la formación de surcos formados por la lluvia y el agua del deshielo, mientras que en las partes más suaves el firme era de tierra y roca.

  600772                                         Así pues, el jueves fuimos a comprobar dónde llevaba el dichoso camino y rodando, rodando llegamos al refugio de Nuestra Señora de las Nieves que está a 1.700 metros de altitud. Ciertamente el primer tramo de ascensión era el más duro. Luego llegamos donde Manuel y Pepe se dieron la vuelta el día anterior y es el punto donde el camino desciende hasta el término de cañada somera (o algo así)…, más tarde el camino vuelve a subir y a tener un trazo en zig-zag. En mayor altitud miraban nuestro pedaleo algunas cabras, luego vacas y por fin, en la parte más alta, caballos. Superada la línea del bosque ya sólo se veían pastos, la vista era excepcional y a la derecha del camino apareció el refugio, que había sido restaurado por los alumnos de la escuela taller de Losar de la Vera. La ascensión nos llevó hora y media con algunas paradas pero el descenso no llego a media hora. Se cogía velocidad rápidamente y al llegar abajo los frenos de disco estaban calentitos. Más tarde nos fuimos a bañar a la garganta de Cuartos y luego nos fuimos a comer una paella a uno de los restaurantes que hay junto a la misma. Tras darnos tan merecido homenaje Manuel propuso rematarlo con una siesta antes de volver a casa y no pudimos negarnos. Ya descansados iniciamos el viaje de vuelta a la ribera del Duero.

  Me sorprendió la abundancia y belleza de la naturaleza de esta comarca. Bajo el amparo de las sierra de San Bernabé, Tormantos y Gredos abundan en los cultivos los frutales (¡qué ricas las picotas!), los olivos, el tabaco, etc.. y en los bosques, los grandes robles. Las gargantas, como arterias de la tierra alimentadas con las escasas nieves del pasado invierno, inundan de vida el terreno que riegan y proporcionan buenos baños a la gente. Los paisanos son amables y la vida tranquila. El terreno para el ciclismo de montaña y carretera es muy bueno, así como para el senderismo. En resumen, una parte de nuestro país que merece la pena visitar y conocer.

No hay comentarios: