Hace aproximadamente un año se abrió para mí un periodo de
reflexión, de revelación, un cambio; en definitiva, un tiempo de evolución.
Cambié el chip respecto a algunas cosas. Por ejemplo, me replanteé el tiempo de
mi vida que pasaba sentado en el asiento de cualquier tipo de vehículo en viajes
de ida y vuelta a carreras de orientación. No me arrepiento de nada en este
sentido, pero ahora se me antoja excesivo el tiempo necesario que se invierte en
acudir a algunas carreras que no me aportan nada (planos con poco contenido
técnico, planos repetidos y que no suponen un reto o desafío real, planos
urbanos o pruebas de sprint en las que realmente no disfrutaba practicando la
orientación,…).Es tiempo de identificar lo que me gusta y lo cierto es que mi
prueba favorita es la clásica, o como mucho la media. Sprints, algunas
urbanas, los he corrido, pero no me entusiasman. Por mi trabajo, no puedo ir a
muchas carreras a las que me gustaría acudir, pero tampoco es cuestión de ir a
otras sólo porque si puedo, cuando no me dicen nada. Mi bagaje de carreras y
terrenos visitados es amplio y, aunque creo que es mucho más lo que me falta por
conocer, el hacerlo puede implicar largos desplazamientos.
Otro tema que no veo igual es el tiempo
necesario para afrontar un proyecto de cartografía. He disfrutado bastante
pasando muchas horas haciendo trabajo de campo y algo menos digitalizando el
trabajo delante de la pantalla de un ordenador. Insisto, no me arrepiento del
trabajo realizado y el tiempo invertido, pero a día de hoy se me antojan
excesivas las horas necesarias para realizar un plano. Lo mismo puedo decir
acerca de la organización de carreras; hoy me parece un trabajo cada vez menos
estimulante y con el que ya no disfruto como lo hacía hace tiempo. ¿Puede
decirse que mi compromiso por el desarrollo y asentamiento de la orientación ha
descendido? Puede que sí, o simplemente he decidido que ya he dedicado a esto
demasiado tiempo y que es algo que ya no va conmigo. Digamos que la orientación
ocupaba un nivel de prioridad alto en mi vida y ahora ese nivel es menor y ha
sido sustituido por otras actividades; porque, aunque no lo pareciera, siempre
he tenido otras inquietudes y aficiones al margen de la orientación.
Estos cambios no implican un abandono de la
orientación, pienso seguir practicándola, pero con menos frecuencia y ya no
dedicar tiempo a actividades paralelas (cartografía, organización de pruebas,
etc..). La carrera de orientación me parece un estupendo modo de vivir la
naturaleza, pero no es el único ni mucho menos, hay muchas actividades
deportivas que también se desarrollan en plena naturaleza (senderismo, bici de
montaña, etc..). ¿Existe algún otro factor que haya propiciado este “empujón”
evolutivo? Sin duda. Primero, el tener otras actividades y ocupaciones que
vienen a rellenar el tiempo que dedicaba a la orientación, y por otro lado, la
degradación del entorno humano en el que venía moviéndome y que me ha llevado a
sentir un profundo sentimiento de decepción hacia algunas personas que fueron
influyentes para mi en otro tiempo. Aun recuerdo gratamente los tiempos en los
que formábamos un grupo en cualquier carrera sin importar la edad, la
procedencia, el club, el nivel físico o técnico. Sólo éramos gente con una
afición en común y ganas de pasarlo bien; todos diferentes, pero todos iguales,
nadie representaba el papel de un líder que no se necesitaba, nadie ostentaba
una autoridad hacia los demás. Hoy en día, esa situación ha cambiado para
peor.
Es este un tema delicado ya que entramos en el
terreno de los puntos de vista particulares y cada uno ve las cosas a su manera,
pero cualquiera puede entender que se quiera evitar un entorno en el cual hay un
puñado de personas que han llegado a la conclusión de que no soy merecedor de su
respeto y de que no les gusta cómo gestiono mi vida. Tal vez por una confianza
mal entendida y que no se dan cuenta que han perdido, estas personas me juzgan y
critican, se permiten el lujo de meterse en mi vida para analizar
malintencionadamente cada pequeño detalle, llegando incluso a contarme los
cuartos y a decirme lo que tengo o lo que no tengo que hacer, a decirme en qué o
en qué no debo gastarme el dinero. Increíble, pero cierto. Tengo muy claro lo
que quiero en mi vida y lo que no estoy dispuesto a soportar y, por supuesto, no
voy a tolerar la manipulación, el condicionamiento más o menos explícito ni la
coacción directa y verme sometido al juicio y crítica de personas tóxicas que,
desde mi punto de vista, son injustas e irrespetuosas. Podría alargarme mucho
con este tema pero no creo que merezca la pena dedicar más tiempo a esta
cuestión. Sólo puedo decir que a pesar de haber PERDIDO, por ejemplo, un
contacto más frecuente con muchas otras personas con quienes tenía una buena
relación, sin embargo, en mi interior, la sensación es la de haber GANADO,
ganado en tranquilidad, en confianza y en coherencia conmigo mismo. A aquellos
con los que me llevé y llevo bien decirles que sigo ahí y que pueden contactar
conmigo cuando quieran y a los otros que les vaya bien, pero lejos de
mí.
2 comentarios:
Demasiado tiempo!!
Demasiado tiempo que llevo sin entrar en este blog
Demasiado tiempo que llevo sin ver a su autor y compartir con el un rato de charla y tal vez una cerveza.
Demasiado tiempo sin tener noticias
Demasiado...
También demasiados años, o... Sera que nos hacemos mayores??
Bernardo, espero verte mas pronto que tarde y compartir contigo esa cerveza que mas arriba comentaba.
Para el resto... hay etapas en la vida en que cuerpo y mente piden cosas diferentes
Un saludo, un abrazo, y aprovechando las fechas... Zorionak eta Urte Berri On
Publicar un comentario