miércoles, 10 de noviembre de 2010

ORIENBIKE EN MONTEARANDA


Lo prometido es deuda y hace tiempo me comprometí a organizar una carrera de orientación con bici de montaña para algunos aficionados que trabajan conmigo.
Evidentemente lo que si iba a intentar es acercar a estos aficionados al mundo de la orientación normalizada a nivel mundial, con un plano adaptado a las normas IOF, etc, etc...
La cita por fín tuvo lugar el viernes 5 de noviembre. El día anterior tuve que poner balizas, trozos de cinta de plástico en realidad, hasta bien entrada la noche. Gracias al frontal que compré hace un año esta tarea se convirtió en una aventura nocturna de lo más gratificante y entretenida.
Ya el viernes por la mañana y antes de la salida puse cinco controles más en condiciones de niebla y pasando revista a los corzos del monte que, a esas horas, andaban agrupados y por espacios abiertos.
La gente fue llegando y cuando ya estabamos todos expliqué el funcionamiento de la prueba que consistió en un sector con salida masiva y diez controles de orden libre y otro sector con salida escalonada y trece controles de orden obligatorio en línea.
Tras la grata sorpresa que me llevé en Navas del Pinar el pasado agosto, llegando a la conclusión de que las personas con pocos conocimientos cogen al vuelo los conceptos básicos para encarar el reto de una carrera, esta vez no fue así, y los participantes tardaron más tiempo del que yo había previsto para acabar el sector del “score”. Tal fue la hecatombe que fueron varios los que volvieron a la meta sin todos los controles picados y que no iniciaron el sector en línea.
Sin embargo a otros se les dio mejor, no cejaron en el empeño de encontrar todos los controles y luego se lanzaron a iniciar el segundo sector. Finalmente de todos los participantes sólo acabaron la carrera con todos los controles dos de ellos, mientras otros cuatro abandonaron por diversos motivos, básicamente agotamiento y por la hora que era. El resto no inició la segunda parte de la prueba.
Al final, la competición que yo había previsto como un entretenimiento que pudiera durar unas tres horas se convirtió en una prueba de resistencia con un nivel técnico demasiado alto para estos corredores en particular.
Me disculpé y prometí que si en lo sucesivo organizaba alguna carrera más de este tipo bajaría tanto el nivel técnico como físico.
Por lo demás la gente me comentó que lo había pasado bien porque esto de la orientación era muy entretenido y divertido. Espero que esta experiencia no les quite las ganas de repetir.

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