Fatalidades del destino, fue subir la poesía que reza en la entrada anterior y al día siguiente perdíamos a Juanma y a Alberto en la montaña palentina.
Yo personalmente, aun no soy consciente del enorme hueco que su falta va a dejar en nuestras vidas, me resisto a creer que no ya no estén ahí.
Al pensar en Alberto no puedo quitarme de la cabeza su forma de sonreir, su cercanía en el trato para conmigo cuando vino con sus amigos de Palencia para que los “del Corzo” les echaran una mano en sus primeros pasos como organizadores.
En cuanto a Juanma, ¿qué decir? Compartíamos la pasión por la cartografía y en sus inicios confió en mi para darle unas primeras nociones y consejos que absorvió con avidez; más tarde hablando con unos y otros y metiendo muchas horas fue mejorando hasta conseguir planos de una gran calidad que serán disfrutados por mucho tiempo.
En fin, yo no les conocía hasta el punto de saber si compartían conmigo la misma opinión respecto a lo que digo en la poesía ya citada, pero si es así, siempre les recordaremos, y de forma especial, cuando estemos en los entornos de los que ellos más disfrutaban.
No os quiero decir adios, mejor hasta siempre.
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